La violencia volvió a internarse en los territorios indígenas para cobrar la vida de 17 miembros de la etnia Awa, asesinados la semana pasada en zona selvática de Nariño por un grupo ilegal, aunque todo indica que serían las Farc
Las autoridades indígenas indicaron que la masacre fue cometida entre el 4 y el 6 de febrero, luego de la desaparición de 18 miembros del resguardo indígena Tortugal Telembí, ubicado en zona selvática entre los municipios de Barbacoas y Samaniego.
Por lo apartado del sitio donde ocurrió el hecho, a 12 horas de camino por tierra desde Samaniego, la masacre solo se conoció el domingo pasado.
Según voceros de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), basados en información de la comunidad en la zona, las víctimas (hombres y mujeres), entre ellos tres menores de edad, fueron asesinadas con armas de fuego y machete. "Los sacaron amarrados del resguardo", aseveró un vocero de Onic.
El sitio de la matanza, aseguran los Awa, "es un paraje empinado entre las comunidades de Picadero y El Bravo; zona montañosa y selvática, a dos días de camino de herradura desde el municipio de Samaniego y un día de camino de herradura del municipio de Barbacoas".
El presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Luis Evelis Andrade, indicó que "presumimos que fueron las Farc y se teme que los muertos pueden ser 18 indígenas".
Pero la zozobra de las comunidad es mayor, pues seis de sus miembros están desaparecidos, desde que salieron del resguardo para tratar de recuperar a las víctimas.
Etnia amenazada
La comunidad Awa ha denunciado amenazas de muerte de las Farc, que los acusa de solicitar la presencia del Ejército en la zona, donde se mueven grupos de las Farc, el Eln y la banda Los Rastrojos.
Según informó a Colprensa el defensor del Pueblo de Nariño, Raúl Vallejo, "hasta ahora han sido hallados ocho cuerpos con señales de haber sido atacados con arma cortopunzante".
El gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolff, condenó la masacre y aseguró que "hay una situación de violencia generalizada en esta zona muy grave".
Las autoridades indígenas aseguraron que más de 1.300 aborígenes permanecen confinados en sus resguardos debido a los enfrentamientos entre el Ejército, la guerrilla y los paramilitares.
Una comisión conformada por la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, la Procuraduría, la Personería, la Policía y la Gobernación se desplazará hoy a la zona.
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