Si de casualidad está pensando en un viaje por el viejo continente, anote en su agenda de viaje una visita a Florencia, el reino de los Médici.
Es una ciudad pequeña, que no supera los 500 mil habitantes (sin contar los turistas, claro), capital de la Toscana italiana y la cuna del Renacimiento.
La ciudad de Cosmo, Lorenzo, Miguel Ángel, Boccaccio, Dante, Petrarca, Da Vinci, Rafael... piense en un artista italiano y allí encontrará una obra de él.
La ciudad tiene aeropuerto, pero no está tan cerca y no es tan emocionante llegar a ella como en tren. Además, la estación Santa María Novella, está ubicada cerca del casco histórico, a un par de cuadras ya se respira el renacimiento.
Los tiquetes para el tren se pueden comprar por internet (www.trenitalia.it), pero recuerde que en italiano Florencia se llama Firenze. Desde Roma el viaje dura unas dos horas y un poco más, pero es la posibilidad de apreciar los bellos paisajes de la región y extensos plantíos de girasoles.
También es importante asegurar de una vez la estadía, pues las ciudades europeas viven llenas de turistas, sobre todo en verano, así que con antelación reserve dónde quedarse.
Páginas web como www.hostelworld.com o www.hostelsclub.com, le pueden ayudar en esa tarea.
Llegando a Florencia
El casco histórico de Florencia se puede recorrer caminando, así que no se preocupe por el transporte.
En la estación del tren intente hacerse con un mapa. Los más completos los venden, pero hay básicos que puede conseguir como regalo. Ubíquese y empiece a recorrer las calles de esta mítica y acogedora ciudad.
¿A dónde ir? Dice José Saramago en Viaje a Portugal, que el viajero debe darse la posibilidad de probar vías, de perderse, de repetir calles. haga precisamente eso. Llegue hasta la Iglesia de Santa María del Fiore, el Duomo (es grande y la reconocerá porque es la de la gran cúpula) y desde allí escoja una calle y piérdase en Florencia.
Eso sí, cuando llegue la noche, busque un buen lugar en la Piazza della Signoria, porque allí, seguramente, podrá disfrutar de alguno de los conciertos que brindará algún músico que ofrecerá su arte a cambio de el aplauso y algunos monedas del público. Ah y no se le olvide comerse un gelato, un exquisito sabor florentino.
Pico y Placa Medellín
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