Terminó la era Juan José Peláez en Independiente Medellín y con ello se fue un presente en el que la irregularidad le restó protagonismo al talento y a la consolidación de una camada interesante de jugadores que sostendrán el nuevo proceso que arrancará el martes.
"Me cansaron los años, soy muy viejo en el fútbol y cada día me angustio más; no quiero morir en una cancha porque tengo una hija y deseo disfrutarla más. Además, reconozco que a veces me quedé corto para manejar la nueva mentalidad del jugador moderno", fueron las palabras con las que Peláez culminó su segundo ciclo en el Poderoso.
Quedó la frustración de haber sido finalista solo durante 30 minutos y la impotencia de no conseguir un mejor dividendo en este semestre, pero tanto el estratega de Jericó como la dirigencia roja se mostraron satisfechos gracias a que entre junio de 2007 y 2008, en los 42 partidos que dirigió Juan José, se consolidó el patrimonio del onceno paisa.
"Hay que darle gracias a Juan porque nos ayudó a construir un equipo grande", fue el principal gesto de agradecimiento que tuvo el presidente Jorge Osorio Ciro con el hombre que también hace parte de los socios de Sueños del Balón y que el sábado dio la cara para decir que "estos fueron mis últimos 90 minutos con el club y ahora trataré de aportarle desde otra posición".
Infortunadamente, el Poderoso no reaccionó a tiempo y se convenció muy tarde de que "sí se puede" cuando se afrontan los retos como deben ser.
Peláez señaló que la responsabilidad de la eliminación es compartida: "tenemos la culpa el cuerpo técnico y los jugadores". Reconoció que el DIM no disputará el título que buscarán América y Chicó al "perder en Cali y dejar escapar puntos en casa ante los ajedrezados".
Rematar el torneo con una victoria, dejar el club bien parado en la reclasificación y quedar a solo a cinco minutos de pasar a pelear la quinta estrella, le hicieron más decoroso el adiós a un estratega que tiene mucho que ver con la transformación del club, pero que demostró que ya no está para estos "trotes", aunque casi repite la campaña de 2001, año en el que peleó la final del campeonato con América.
En el 2004, Peláez también salió de Nacional dejándole una buena herencia a Santiago Escobar para que sacara el equipo campeón. Ojalá esto sea un buen augurio, ya que de nuevo el Sachi será su sucesor en el onceno escarlata, que espera presentarlo en sociedad mañana para iniciar una nueva ilusión roja.
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