Ser finalista del torneo colombiano, luego de las grandes alegrías que este hecho genera, casi siempre termina en incertidumbre de tipo administrativo y financiero en los clubes.
Esta situación la experimenta por estos días el Independiente Medellín y seguramente el campeón América, porque sus jugadores consideran que su cotización se elevó y ante las propuestas económicas de otros clubes, para los que la parte ética con sus equipos colegas no existe, exigen incrementos salariales difíciles de cumplir en el medio.
Ahí comienzan los problemas que pueden afectar la continuidad de un técnico y la consolidación de un procesos que se tiene planificado. Ojalá este no sea el caso del Poderoso para bien de su numerosa afición.
Los directivos del conjunto escarlata de Antioquia prefirieron el silencio ayer, pues primero quieren analizar bien la situación con Sachi Escobar, estudiar los nombres de posibles refuerzos para llenar las vacantes de los que se van y establecer políticas que le permitan sobrevivir en medio de las dificultades económicas.
Variantes para hacer
Es un hecho que del Medellín se irán Ómar Pérez y Juan Carlos Quintero, quienes supuestamente ya firmaron contrato con el Santa Fe. Una actitud censurable porque en plenas finales estaban negociando sus transferencias. Diego Álvarez se irá a préstamo, con opción de compra, al San Luis de México. Jaime Castrillón está pendiente de definir su paso al exterior esta semana. Danilson Córdoba, que se ganó la titular luego de la lesión de Juan Esteban Ortiz, será negociado con un club japonés.
Ormedis Madera, de pocas participaciones con Sachi Escobar, ya sabía que no seguiría en el equipo para 2009, pues sus derechos deportivos no son de la institución roja.
El paraguayo Daniel Sanabria aumentó considerablemente sus pretensiones económicas y es incierto su regreso. Otra inquietud que surge es el arquero Aldo Bobadilla, con varias propuestas y deseos de incrementar su salario que, como se conoció en días pasados, cuando amenazó con no jugar un partido si no le pagaban su sueldo, asciende a 52 millones de pesos mensuales.
El rompecabezas que les espera a los dirigentes del subcampeón de Colombia es complejo y de ahí que esperen comprensión de los hinchas.
Al finalizar el año la situación económica, advierten, es aceptable. Pudieron cumplir la mayoría de sus obligaciones y hay fe en que se concrete el patrocinador de la camiseta para una temporada que incluirá vitrina internacional. Con el dinero que ingrese por los negocios de Diego, Castrillón y Danilson, podría buscar relevos interesantes que permitan tener un elenco representativo.
Además de la base que existe, con varios integrantes del seleccionado juvenil de Colombia, el Medellín tiene jugadores prestados que podrían retornar, entre ellos Alexánder Jaramillo, Lewis Ochoa, Sebastián Botero, Ricardo Calle, Brayan López e, inclusive, el goleador Jorge Horacio Serna (una parte del pase es del club). Así las cosas, habrá que esperar el desenlace de esta nueva novela del DIM que se puso bien roja.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
