El título que acuña esta nota se refiere a la desinformación que muchas personas tienen sobre la utilidad de las tabletas que se instalaron en varios cruces semafóricos de las avenidas San Juan y El Poblado.
Pero también por lo que dice el concejal Álvaro Múnera (ver recuadro), la falta de conciencia social y de espíritu de las personas que están inconformes con esta acción incluyente de la Administración Municipal.
El taxista Fernando Vera es uno de los que no sabe cuál es el oficio que cumple la tableta. "No tengo la menor idea. Pienso que de pronto pueden ser reductores de velocidad, aunque no estoy muy convencido, pues apenas son visibles cuando ya uno está encima de ellas".
Agrega Vera que para él, lo único que hacen es afectar la suspensión de los vehículos y producir mucho ruido.
Juan Fernando Franco, subsecretario Técnico del Tránsito de Medellín, explica que estas tabletas instaladas en los cruces semafóricos de estos dos corredores viales son guías para invidentes para facilitar la movilidad de esta población.
Señala que la intervención se inició en San Juan en el paso de La Alpujarra hacia la Plaza de Cisneros, donde se hizo la prueba. "Fue un elemento trabajado y probado con un grupo de invidentes con la idea de que esta era la mejor manera para ellos poderse guiar".
Para el tipeador Pedro Restrepo estos resaltos son muy molestos. "Tiembla todo y no creo que sean viables para invidentes porque no son uniformes. Esa plata deberían invertirla en mejores cosas porque no es posible que todo el que llegue, tenga una idea diferente para los invidentes".
Con el tiempo cederán
Juan Fernando Franco reconoce las molestias que causa la tableta a los vehículos por la vibración y el ruido que producen al paso de los mismos.
"Por eso se decidió hacerlas con un material de pintura termoplástica aplicada en varias capas para alcan zar un grosor de dos centímetros", anota el funcionario.
"Con este material esa vibración tiende a desaparecer porque con el tiempo cederá, especialmente en el borde de entrada de los vehículos, por que se trata de un material flexible", expresa Franco.
Agrega que de todas maneras en este momento en la Secretaría se estudia cómo disminuir ese choque en la entrada a la plaqueta que es el que genera el ruido.
Según Franco se buscaron otras alternativas, pero que no cumplían cabalmente con el propósito de conducir correctamente a esta población.
Por ejemplo, antes se hizo una prueba con unas varillas metálicas, pero se presentó el problema que por ser un material rígido se desprendían del pavimento que es más flexible, lo que podía representar un peligro para los transeúntes.
Esta es una primera intervención solo en estos dos corredores. En San Juan, a la altura de la Alpujarra, y en los cruces con Carabobo y con Bolívar, y en el Poblado entre la 10 y San Fernando Plaza.
Se hizo por solicitud
El subsecretario de Tránsito dice que se hizo inicialmente en estos dos corredores porque fue sobre los que se recibió la solicitud de implementarlos por la alta afluencia de invidentes que tienen.
Además porque son los sitios que cuentan con el amoblamiento adecuado para las personas de movilidad reducida: andenes amplios, tabletas táctiles, rebajes en las esquinas y semáforos sonorizados, que tienen la finalidad de darles condiciones de igualdad.
De todas maneras, dice Franco, en diciembre en coordinación con el contratista, se hará una intervención para mitigar el impacto que está produciendo.
La idea es seguir avanzando en otras vías importantes, porque la ley lo exige, haciéndoles los ajustes necesarios. Esta primera etapa tuvo una inversión de 16 millones de pesos.
El subsecretario precisa que las guías también sirven como elemento de señalización en las cebras que indican paso peatonal.
"Es muy importante que la gente sepa que es una intervención de inclusión social, que no es improvisada y que esta sujeta a ajustes".
Pero aceptó que faltó socialización, no obstante que son las primeras pruebas.
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