El británico Lewis Hamilton se aferró como pudo a un quinto lugar en el Gran Premio de Brasil para conquistar ayer el campeonato mundial de F-1, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia en adjudicarse el título.
La victoria fue para Felipe Massa frente a sus compatriotas, pero se quedó cortó de borrar la desventaja de siete puntos que la separaba de Hamilton al llegar a la última carrera de la temporada.
Hamilton, de McLaren, necesitaba quedar por lo menos quinto para consagrarse campeón a sus 23 años, y lo hizo luego que el Toyota de Timo Glock desaceleró a escasos 500 metros, los últimos metros de la pista.
En un final dramático, Hamilton había sido rebasado por el Toro Rosso de Sebastian Vettel cuando quedaban dos vueltas, descendiendo al sexto puesto y por un momento Massa asomaba como campeón. Pero el británico reaccionó para avanzar un puesto y cerrar el año con solo un punto más que Massa.
Todo parecía perdido hasta que el bólido de Clock perdió velocidad en la última curva en medio de la lluvia, permitiendo que Hamilton fuera 5°.
Hamilton eclipsó al español Fernando Alonso, quien en el 2005 se coronó campeón con Renault cuando tenía 24 años.
Hamilton es también el primer campeón británico en la F-1 desde que Damon Hill se proclamó en 1996.
Conservador desde el inicio, Hamilton se cuidó de los errores y problemas que le privaron del título el año pasado en Brasil, cuando lideraba por cuatro puntos sobre Alonso y por siete con el eventual campeón Raikkonen, pero cometió un error al tratar de rebasar en la primera vuelta y luego un problema en la caja de cambios le relegó al séptimo puesto, que sólo le sirvió para quedar segundo en el campeonato.
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