Cuando este vehículo equipado con 1.600 celdas solares ruede por las carreteras de Australia, tendrá que lidiar con posibles canguros en la vía, la resistencia del viento, el cansancio y la pericia del piloto, único tripulante.
Está diseñado y concebido por un equipo multidisciplinario de casi 40 profesionales de la Universidad de Eafit con el apoyo de EPM y competirá, con otros de su especie, creados por grupos de las mejores universidades del planeta, que esperan ganar el World Solar Challenge, en octubre próximo.
"La energía que se recoge del Sol es equivalente a la potencia de un tostador o de un secador de pelo y con ello tenemos que alcanzar los 100 km por hora", explica Jorge Barrera, coordinador Técnico del proyecto Primavera.
Y, además, cumplir con los 3.000 kilómetros que se deben recorrer en cinco días. Lo ideal sería tener una batería más grande, explica Ricardo Mejía, director del grupo de Investigación en Diseño, de la Universidad Eafit. Pero, esto añadiría peso a un vehículo ligero y muy compacto, con una línea aerodinámica.
Así que en la carrera se pondrá en acción una estrategia que predice los posibles consumos de energía, basados en si hay días nublados o sol directo; o las irregularidades del terreno, todo cuenta.
Se trata de mantener recargada la batería. Para ello, los carros acompañantes van afinando la estrategia en tiempo real, tal como sucede en una carrera de Fórmula Uno. La idea es que llegue sin una gota de energía, o que por lo menos, no los deje tirados, unos metros antes de cruzar la meta.
Esto ha exigido que la academia y la industria se sienten a crear un proceso constante de investigación en el tema de manufactura, compras, materiales, nuevas tecnologías, logística y estrategia de carrera, entre otros, anota el docente e investigador, Gilberto Osorio Gómez.
Un aprendizaje que seguro les quedará y planean socializar, dice Ricardo. Aunque todo tiene sus límites: "El secreto se mantendrá hasta el último minuto", anota Jorge, quien ha participado en varios de estos desafíos.
Cree que todo ha sido posible por el trabajo en equipo, "en donde nacen las grandes innovaciones". Hay tanto entusiasmo, coinciden todos, que no ven la hora de tenerlo listo, en julio, y ponerlo a rodar por las carreteras del Occidente de Antioquia. Allí confirmarán que todas las simulaciones que hicieron en computador, los planes y construcciones se concretaron en un vehículo eficiente. Seguro, el ganador.
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