La historia de los 33 mineros chilenos que permanecieron atrapados durante más de 70 días a 700 metros bajo tierra todavía está fresca en la memoria de quienes siguieron el día a día del espectacular rescate.
En agosto de 2010, el mundo se solidarizó con Chile y con las familias de los mineros que estuvieron al borde de la muerte en la Mina San José de Copiapó. Los colombianos no fueron indiferentes a este drama humano, pues la precariedad de algunas minas que funcionan en el país hace que los accidentes sucedan con una indeseable frecuencia, la mayoría de las veces con desenlaces fatales.
Por eso, dos mineros chilenos y un minero colombiano se reunirán este viernes en una twitcam donde contarán sus historias en directo a todos nuestros seguidores.
Los chilenos Claudio Yáñez y Pedro Cortez, sobrevivientes del accidente del año pasado, y el colombiano Raúl Amaya González relatarán sus respectivas odiseas.
Amaya González es el único colombiano que ha sobrevivido a la explosión de una mina. El 15 de julio de 1977 más de un centenar de personas quedaron atrapadas en las minas El Silencio y Villa Diana en Amagá, Antioquia.
Las vidas de los mineros sucumbieron ante la acumulación de gases, explosiones y el desplome de piedras y tierra. Pero Raúl Amaya fue afortunado y salió con vida para contar una historia que se repite una y otra vez en minas de todo el mundo.
Su experiencia no es muy distinta a la de Claudio Yáñez y Pedro Cortez, dos de los 33 mineros chilenos que sobrevivieron al accidente del año pasado y que esta semana están en Colombia hablando sobre el valor que se necesita para soportar las duras condiciones por las que atravesaron hasta que fueron rescatados.