Cerca de 17 años de espera podrían terminar para la izquierda francesa, que ayer se levantó con el triunfo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con Francois Hollande superando por más de un punto porcentual al aspirante Nicolás Sarkozy.
Y es que el 28,6 por ciento de votos obtenidos por el candidato del Partido Socialista (PS), le dan una apretada ventaja sobre el presidente Sarkozy, quien obtuvo el respaldo del 27,3 por ciento de los votantes, asegurando así una segunda vuelta contra el socialista.
Se abre entonces una mínima esperanza para el PS de convertirse en anfitrión del Palacio del Elíseo, lugar que no alberga a uno de los suyos desde que François Mitterrand entregó el poder a Jacques Chirac en 1995.
Hollande, quien debe su actual posición a la escandalosa caída del exdirigente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn , promete dar rumbo a la política de austeridad con la que Francia enfrenta la crisis.
"Creo que Hollande, con los ajustes que piensa hacer, será bien recibido por la presidenta de Alemania, Angela Merkel , aunque los cambios no convengan a la minoría de multimillonarios que ven a la clase media perder poder de consumo", dijo el analista político Fabián Sanabria.
Y es que tras dirigir el PS entre 1997 y 2008, Hollande, de 57 años de edad, promete tener la experiencia para dirigir el país, aunque nunca ha hecho parte de un Gobierno.
Así lo esperan también la izquierda francesa y los electores decepcionados por la gestión de Sarkozy, cuya campaña no ha estado exenta de meteduras de pata y quien deja detrás una gestión considerada por muchos como un rosario de promesas incumplidas.
Para Sanabria, la gestión del actual presidente fue fallida debido a su infructuoso afán por reformarlo todo, desde la justicia hasta la educación superior, pasando por "carísimos" ajustes coordinados con Alemania.
"El de Sarkozy fue un Gobierno un poco payaso, lleno de soberbia mediática, lo que se sumó a su intento de picar votos aquí y allá para seducir a la extrema derecha. Eso resultó molesto para los electores", consideró el experto.
Final hombro a hombro
Analistas y politólogos coinciden en que buena parte del 11,1 por ciento de los votos obtenidos por el candidato Jean-Luc Melenchon , quien ocupó ayer el cuarto lugar, se sumarán a los de Hollande en la segunda vuelta.
Tal perspectiva parece alentar las declaraciones del socialista, quien poco después de conocer su victoria se presentó públicamente como "el candidato de los que quieren pasar página" y el artífice de "la unión por el cambio".
Sarkozy, por su parte, se solidarizó ayer con los temores de los franceses en un intento por conseguir más apoyo para la segunda vuelta.
"Conozco los deberes", agregó el Presidente, antes de enumerar una lista de asuntos relevantes, en la que incluyó el "respeto de nuestras fronteras", el "control de la inmigración" y lo que llamó la preservación del "modo de vida" francés.
Para el internacionalista del diario español La Razón, Humberto Montero , la escasa diferencia de los resultados de ayer no dejan fuera de carrera al Presidente francés.
Según él, el 18 por ciento de los votos obtenidos por la ultraderechista Marine Le Pen, tercera en el podio electoral, pasarán a Sarkozy en la segunda vuelta.
"Hollande debe inclinarse más a la izquierda para ganar los votos de Melenchon, con lo que perderá parte de los votos del centrista François Bayrou . Todo dependerá también de los resultados económicos de las próximas semanas", concluyó Montero.
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