El Consejo de Seguridad de la ONU concluyó este viernes su segunda reunión de urgencia sobre el conflicto entre Georgia y la región separatista de Osetia del Sur sin lograr un acuerdo para pedir el cese de las hostilidades.
"Las negociaciones continúan, no se han terminado y seguiremos mañana", dijo el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador belga Jan Grauls, después de cuatro horas de conversaciones.
El diplomático indicó que la falta de acuerdo se debe a que algunos miembros del Consejo necesitan realizar consultas con sus capitales y a la cambiante evolución de los acontecimientos en la zona del conflicto.
Grauls aseguró que mantendrá consultas bilaterales con los otros catorce miembros del máximo órgano para tratar de acordar un texto cuando vuelvan a reunirse el sábado, a una hora aún por determinar.
Esta es la segunda reunión en menos de 24 horas del Consejo de Seguridad sobre la grave situación en Georgia y, al igual que la anterior, tampoco se pudieron superar las diferencia sobre el contenido del texto propuesto para llamar al cese de las hostilidades.
Exigencia de un alto el fuego
Fuentes diplomáticas indicaron que Rusia insiste en su voluntad de que la declaración enfatice la necesidad de que la situación en la región separatista regrese a como estaba antes del inicio de los combates.
Estados Unidos, por otro lado, apoya la opinión de Georgia de que lo primordial es que las partes declaren un alto el fuego y cesen los bombardeos rusos contra objetivos georgianos antes de acordar cualquier otra concesión, agregaron.
"Estamos dispuestos a sentarnos a negociar con todas las partes, pero primero debe haber un alto al fuego", advirtió el embajador de Georgia ante la ONU, Irakli Alasania, después de denunciar que su país seguía siendo blanco de bombardeos por parte de la aviación rusa.
Alasania rechazó la posibilidad de que las fuerzas armadas georgianas abandonen la parte de Osetia del Sur que han ocupado en los dos días de combates con los separatistas surosetas.
"No podemos regresar al 'statu quo', no podemos ceder lo ganado a estas bandas armadas porque volverán a amenazar la seguridad de la población civil georgiana", apuntó el embajador a la salida de la reunión.
Georgia culpa del conflicto a los bombardeos efectuados por fuerzas separatistas contra localidades georgianas, mientras que Rusia y las autoridades surosetas aseguran que Tiflis es responsable del inicio del conflicto.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, exigió del Gobierno georgiano una "disculpa" y aseguró que se debe "castigar a los responsables" de las hostilidades.
"No dejaremos que la muerte de nuestros compatriotas quede impune, los responsables tienen que pagar", afirmó Churkin en su intervención en el segmento abierto de la reunión del Consejo.
Acusó a los georgianos de realizar "una limpieza étnica" de Osetia del Sur y de emplear "la táctica de tierra quemada" para aterrar a la población civil.