Más de 1.300 hectáreas fueron consumidas por el incendio que duró seis días en la reserva forestal del Santuario de Flora y Fauna de Iguaque, que tiene jurisdicción en los municipios de Villa de Leyva, Arcabuco y Chiquiza, en el departamento de Boyacá.
La conflagración, que comenzó en el municipio de Villa de Leyva el martes pasado y con el paso de los días se fue extendiendo a lo largo de la reserva natural.
En la lucha por controlarlo, participaron alrededor de 800 personas, entre civiles, grupos de socorristas, bomberos y personal del Ejército y de la Policía, quienes en extenuantes jornadas tuvieron que enfrentarse contra llamas, que superaban los 30 metros de altura.
La emergencia fue de tal magnitud que para lograr su total extinción se tuvo que recurrir a tres helicópteros de la Fuerza Aérea y uno del Ejército, que realizaron al día en promedio 150 descargas de 400 galones, cada una.
Por el tamaño y las características que se presentaron, esta conflagración ha sido considerada por los expertos como la más grande que se ha registrado en la historia de la región.
Además, en las frías estadísticas, el departamento de Boyacá ocupa el quinto lugar del país en incendios y un total de 2.500 hectáreas de vegetación quemadas.
Sin cuantificar daños
Luego de seis días del incendio, el panorama que se observa es de gruesas capas de ceniza que con facilidad superan los 40 centímetros de altura y que son perceptibles en los alrededores de los cerros tutelares por donde pasaron las llamas.
Aún no se ha podido cuantificar la magnitud del desastre natural que ha arrasado con distintas especies que hacen parte del llamado bosque alto andino, característico de esta reserva natural.
Es así como fueron calcinados musgos, helechos, arrayanes, encenillos y robles, tagua y laurel, entre otras especies nativas, que durante muchos años han hecho parte de este ecosistema en el área de influencia del Santuario de Flora y Fauna de Iguaque.
Esta reserva natural, que tiene una extensión aproximada de 5 mil hectáreas, alberga animales como pavas, venado de cola blanca, borugas, serpientes, colibríes, mirlas, torcazas, ardillas, armadillos y águilas.
El lugar fue declarado como zona de desastre natural por el ministro de Medio Ambiente, Carlos Costa, lo que permite tener cierta prioridad para que el Gobierno nacional destine los recursos económicos que se requieren para la recuperación del ecosistema.