La mala presentación del Real Cartagena, una promesa cumplida y la floja actuación del árbitro Óscar Reyes, que generó disturbios de los hinchas al final del partido, le permitieron al Medellín que se fuera con un 3-1 a favor.
Real le quedó debiendo fútbol a su hinchada y Jackson Martínez se convirtió en el héroe de la jornada, tras cumplir su promesa de anotar este fin de semana.
El primer tiempo fue para olvidar porque ninguno de los dos equipos generó opciones sobre los pórticos. La única jugada que emocionó a los asistentes fue el penalti que cobró José Nájera, al minuto 25 del primer tiempo, tras una falta en el área. El marcador era del local, pero el balón de la visita.
En el complemento, un mal despeje del Real hizo que Luis Fernando Mosquera, al minuto 10 de juego, decretara la paridad.
Al minuto 70 se vino un penal a favor del visitante luego de que el defensa Álex Anaya derribara en el área a Mosquera. Jackson cobró sin problemas y puso el 2-1.
Real sufrió dos expulsiones y ahí acabó el juego para el local. Medellín se apropió del balón y luego de una jugada colectiva consiguió a los 76 el tercero de la tarde a través del mismo Martínez.
El poderoso ganó con autoridad, ante las críticas locales al juez. Y Jackson cumplió su promesa de anotar.
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