Son pelaos con cuatro años de adelanto. La sangre joven de Londres-2012 llega a los Juegos Olímpicos con el rabillo del ojo puesto en Río-2016.
La mayoría apenas está por los 20 años de edad, no tienen la prensa o el reconocimiento de Mariana Pajón o Caterine Ibargüen, pero se ganaron su cupo a pulso. Aunque para varios, la meta estaba puesta en Río más que en Londres.
“Para mí, Londres es el comienzo del ciclo para Río de Janeiro, al que aspiro llegar con 23 años y un ciclo olímpico exitoso para buscar el podio”, explicó el campeón mundial juvenil ÉiderArévalo, el mejor marchista del mundo de la categoría con solo 19 años, y quien hará su debut olímpico en la caminata de 20 kilómetros en Londres.
La aspiración de Villa
SebastiánVillaCastañeda salta con los pies por detrás de si, pero las extremidades las tiene tan bien puestas sobre la tierra, que es sabedor de sus aspiraciones en los Juegos Olímpicos de Londres-2012.
Reconoce a sus frescos 20 años, que su primera Olimpiada será en la que ponga la cuota inicial hacia la cita de Río de Janeiro-2016.
Con doce años de experiencia, más de la mitad de su vida, espera obtener mejoría en sus puntuaciones tope en el trampolín de tres metros y en la plataforma de diez metros, la misma en la que competirá VíctorHugoOrtega.
Estos años de entrenamientos y competencias le han servido para sembrar una base, la que espera recoger en la próxima cita, a donde irá a luchar el podio ante chinos, mexicanos, alemanes y estadounidenses. Para él, los Olímpicos son los Olímpicos, y para ellos es que se ha preparado y preparará.
Pico y Placa Medellín
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