Los industriales, que tienen en las tarifas de energía uno de sus mayores costos de producción y en los cuales fijan gran parte de la competitividad, prendieron las alarmas sobre el alza que se avecina en los primeros meses de 2009 para todos los usuarios.
La preocupación no solo parte de las recientes reajustes mensuales que han aplicado las empresas generadoras y distribuidoras de energía a sus usuarios no regulados -grandes empresas que compran energía por mayor-, sino del contenido de la Resolución 097 de 2008, expedida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), mediante la cual estableció la metodología para calcular los cargos de distribución para los próximos cinco años.
Con base en esta resolución, las empresas generadoras, entre ellas Isagen, Codensa, Chec y EPM, enviaron la información respectiva antes del 10 de noviembre y esperan que la Creg defina, mediante resolución para cada una y en un plazo de cinco meses, los cargos máximos que podrán incluir en las tarifas.
Entonces, todo indica que los 'ajustes' en las tarifas -que podrían ser al alza o a la baja, aunque, por lo general, son al alza- se producirán en mayo de 2009.
No obstante, como muchos usuarios no regulados tienen contratos individuales firmados para períodos de 12 o 24 meses con los generadores de energía, los aumentos de tarifas podrían aplicarse a su vencimiento, en algunos casos, desde enero de 2009.
Lo que hasta el momento nadie sabe -ni la Creg, ni la Cámara de Grandes Usuarios de Energía y Gas de la Andi, ni EPM ni nadie-, es de qué proporción sería el aumento de las tarifas.
Solo por distribución
No fue posible lograr alguna explicación de la Creg, pero varios empresarios, directivos de la Andi y expertos de EPM sí se pronunciaron.
Jesús Aristizábal Guevara, gerente de Energía de EPM, explicó que la empresa ya cumplió con la obligación de remitirle a la Creg la información de soporte sobre las variables que componen la fórmula de reajuste, entre ellos, el valor de sus activos de generación de energía, sus inversiones recientes, la calidad en el servicio, las pérdidas técnicas y los costos de operación, entre otros. "Habría una nueva tarifa, pero aún no se sabe si quedan parecidas a las actuales o habrá aumento... No creo que vayan a bajar, pero podrían ser alzas muy bajas. Eso no sabe hasta que no se conozca la resolución de la Creg", dijo Aristizábal.
Y el gerente de Transmisión y Distribución de Energía de la misma empresa, Néstor Encinales Gallo, explica que solo está en discusión el componente de distribución en la tarifas de energía para todo el país y para todo tipo de usuarios (comerciales, industriales o residenciales), que se revisa cada cinco años, en tanto que el componente de generación no es regulado por la Creg, sino por el mercado, según la libre oferta y demanda.
"Lo que la Creg define es el cargo máximo por distribución (actualmente en unos 100 pesos por kilovatio-hora, definido en la tarifa) que la empresa puede aplicar, pero es decisión de cada empresa si aplica el máximo o un cargo inferior".
Encinales dice que la resolución que debe expedir la Creg reconoce las inversiones que han realizado las empresas para mantener el servicio y los costos de administración, operación y mantenimiento, pero tampoco se atrevió a anticipar de qué magnitud sería el reajuste de las tarifas por parte de EPM.
En otras palabras, el costo de distribución incluido en la tarifa depende de la autorización de la Creg y es aprobado cada cinco años, pero actualizadas en cada empresa cada mes, con base en el Índice de Precios al Productor (IPP) certificado por el Dane.
¿Y en generación?
El costo de generación, que es regulado por el mercado, depende de la competencia y de la capacidad de producir más energía que atienda la demanda. Otras fuentes explicaron que las ventas de energía por contrato, entre regulados y no regulados, demandan unos 50.000 gigavatios-hora al año, de los cuales el sistema de generación hidroeléctrica responde por 36.000 gigavatios-hora. Los restantes 14.000 son suministrados por las centrales térmicas, de mayor costo y en franca competencia con la generación hidráulica.
"La oferta y la demanda se están acercando, es decir, hay una reducción de la brecha y una mayor demanda de energía y, por ende, se estiman mayores costos", explica la fuente. Y agrega: "Con la entrada de nuevos proyectos de generación -Porce III, por ejemplo, en el segundo semestre de 2011-, la perspectiva es hacia la baja en las tarifas de energía".
Lo que dice la Andi
Daniel Vicente Romero, director de la Cámara de Usuarios de Energía y Gas de la Andi (con 26 empresas y dos grupos económicos afiliados, que consumen 2 millones de kilovatios-hora por mes), dice que el gremio también le ha indagado a la Creg de qué magnitud será el reajuste en el cargo por distribución, que afectará la tarifa "pero nos llama la atención que ellos digan que no saben, pero sí deberían medir el impacto para el usuario final".
Y explica que un aumento de 10 pesos por kilovatio, representaría un costo adicional para las empresas de 40 millones de pesos por mes.
Dice Romero que "el componente regulado de la tarifa es más del 50 por ciento y cada vez que se revisa el componente, los precios aumentan, en contravía con la eficiencia que se debería estar logrando".
Y agrega que "siempre que hay cambios tarifarios, los precios aumentan. En el año 2002 el incremento fue muy fuerte y siempre ha ocurrido así. Entre 2006 y 2008, el aumento del costo de generación ha sido del 40 por ciento a nivel nacional, pero debería ser lo contrario: a mayor eficiencia, menores precios".
Afecta la productividad
Luis Mariano Sanín, presidente de Fabricato, dice que para el caso de esta empresa, el reajuste en la tarifa se haría efectiva en enero de 2009, cuando se venzan los contratos de suministro que tiene con EPM. Y dice que el alza en las tarifas, entre enero y noviembre de 2008, ha sido del 25 por ciento y podría llegar, en enero de 2009, al 43 por ciento en el precio del kilovatio-hora.
En contraste, los precios de las telas se han congelado o no han aumentado en la misma proporción, por efecto del crecimiento de las importaciones y el auge del contrabando.
Según Sanín, "no se entiende que en una región que es generadora por excelencia, nos cobren 11 centavos de dólar por kilovatio-hora, cuando en Estados Unidos el costo es de seis centavos de dólar y en Venezuela, de 12 centavos... Lo mismo en Ecuador y Perú e, incluso, en Brasil la energía es más barata que en Colombia y así se pierde la competitividad de las empresas".
Otros empresarios dijeron que "lo que es un hecho es que si hay un alza en la energía, eso se advierte inmediatamente en la tasa de inflación, porque todo el mundo va a aumentar precios, con seguridad".
Otra fuente agregó que "los aumentos de tarifas no solo afectarán los resultados de las empresas en 2009, sino el futuro mismo de las compañías, por su pérdida de competitividad".
En todo caso, el tema ya lo han planteado ante las empresas generadoras y transmisoras de energía, ante la Creg y ante el alto gobierno.
Entre tanto, las empresas están a la espera de que en la Creg se surta el plazo de cinco meses (hasta abril o mayo de 2009) para conocer el cargo que les fue autorizado y que podrán llevar a la tarifa que cobran a los usuarios por el servicio de energía.
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