El sector eléctrico en 1999 todavía tenía el fantasma del racionamiento de energía de 1992, se tenían pocos años de establecimiento del sistema del mercado competitivo y se hizo efectivo a partir de 1995; era un sector eléctrico que había superado un gran inconveniente y con muchas esperanzas, pero más centrado en consolidarse.
Según un análisis hecho por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en febrero de 2013, del sector minero-energético, las proyecciones de la economía iban a mejorar durante el año pasado y en efecto, poco a poco, fue aumentando la demanda de energía debido a la industrialización del país, pero, sobre todo, a la internacionalización que buscaron empresas energéticas como Isagén, cuando, al dividirse en dos empresas, buscó otras alternativas de servicio; además, la competencia que se presentaba, fortalecía el sector energético, no con mucha rapidez, pero sí en aumento.
La evolución
Según este estudio, de julio de 2010 a diciembre de 2012 se generaron cerca de 2,1 millones de empleos en el país, provenientes de este sector. Y ya en 2012, Colombia tiene un sector eléctrico mucho más maduro, con más de una década de comportarse de forma competitiva, preocupado ya no solo por la seguridad del abastecimiento -que se ha superado en varias oportunidades y sin problemas-, sino más orientado hacia la eficiencia, a tratar de tener un poco más competitivas las tarifas de la energía, hacia establecer nuevas opciones de participación del usuario con servicios asociados que se potencien o se puedan prestar con mayor facilidad; y por crecer pensando en Latinoamérica, en el mundo, no solo en el país.
Hoy, cerca de 20 grandes empresas están ofreciendo energía, como líderes en el sector, reconocidas como EPM, Isagén, Isa, entre otras, tanto siendo operadoras como con servicios. No es un sector muy numeroso en empresas, pero sí tiene una representación muy significativa en cuanto al tamaño de las operaciones que realizan. En ese caso, las pymes se convierten en fundamentales para los encadenamientos productivos que requieren las grandes empresas, como fabricantes nacionales, proveedores de productos o servicios.
Así, las grandes se convierten en impulsadoras del crecimiento, como es el caso de Tronex, Telemetric, Sumitec y otras que en el país compiten con grandes multinacionales, y que potencian mucho el mercado.
El cambio
Aunque Colombia no tiene alto consumo de energía, el desarrollo industrial provoca que se requiera más energía eléctrica. Eso, más el ambiente competitivo que tiene el país desde 1995, ha hecho que el sector saque lo mejor que tiene en el continente y pueda crecer. La respuesta a la crisis de 1992 y la apertura a la competencia, ha fortalecido el funcionamiento del sector y de las empresas que lo conforman.
Por otro lado, aunque el cambio climático es una realidad, Colombia aún está muy lejos de haber explotado todo su potencial hídrico, y el sector se ha venido preparando para los efectos del clima. Gracias a ello, las empresas han tenido más cuidado en el manejo de las cuencas y en las acciones de responsabilidad ambiental, porque saben que hay que cuidar el recurso, además de comenzar a explorar pilotos con otras alternativas de generación de energía (eólica, geotérmica, carbón limpio, entre otras).