Todos los colombianos, que cumplen los requisitos que establece la Constitución, y que según el censo electoral somos cerca de 30 millones de personas, estamos invitados hoy a una gran fiesta, donde elegiremos al Presidente y Vicepresidente que han de orientar nuestro destino durante los próximos cuatro años.
Poder elegir, en forma libre, quién me gobierne es lo que define con mayor acierto a una democracia. Su vigencia en Colombia la vamos a refrendar con cada voto. Hacerlo es sencillo: madrugue, lleve su cédula, verifique su puesto de votación, marque con una equis el candidato de su predilección y reclame su certificado electoral.
Al votar por quien consideramos más apto para continuar llevando al país por el rumbo del progreso, no sólo hacemos uso de un derecho, sino que decidimos el futuro que queremos para nuestra familia, nuestros amigos y todos los colombianos. Tenemos que ser conscientes de que: mi voto cuenta, porque con él contribuyo a construir la Nación donde quiero vivir, ver crecer a mis hijos, progresar y ser feliz.
Con responsabilidad política y una auténtica participación ciudadana, libre de presiones y fraudes, los colombianos tendremos hoy ocho horas para elegir, entre nueve aspirantes a la Presidencia de la República, a aquel que encarne lo mejor de nosotros, sea nuestro líder para resolver los problemas y nos represente en forma digna ante el mundo, en defensa de los mejores intereses de la Patria.
En momentos en que "la sociedad, los valores, los empleos y hasta las relaciones de pareja se han ido volviendo cada vez menos sólidas, más líquidas", como lo plantea el sociólogo Zygmunt Bauman, es preciso reconocer, con orgullo, que la democracia colombiana no sólo conserva su solidez sino que se ha fortalecido, tras una gestión de Gobierno que nos permite llegar a las urnas con total libertad y más garantías para el ejercicio democrático de elegir y ser elegido.
No es gratuito ni fruto de la generación espontánea que más de dos millones de votantes nuevos, según estimaciones de la Registraduría Nacional del Estado Civil, se acerquen hoy a las urnas, en las que podrían ser las elecciones con mayor participación de ciudadanos en toda la historia del país: 16 millones de votantes.
Esto implica una logística también sin antecedentes, tanto desde el punto de vista del funcionamiento de las 72.725 mesas instaladas, como de la recolección, transmisión y divulgación de los resultados. Esperamos que, dados los simulacros realizados y los correctivos adoptados, no se registren las dificultades de las elecciones legislativas del 14 de marzo pasado.
Sobre todo habrá que estar vigilantes para que nadie pretenda atentar contra la pureza de unos comicios, donde participarán además 500 mil jurados de votación y 657 mil testigos electorales, pues estaremos en la mira de 50 observadores internacionales y unos 1.200 periodistas nacionales y extranjeros.
Los ciudadanos de buena voluntad queremos que estas elecciones sean transparentes y que nuestra fiesta democrática sea pacífica y con pleno uso de nuestra libertad para elegir. No permitamos que nadie quebrante la limpieza y el valor de nuestro voto. Lo que vamos a decidir es el futuro de Colombia.
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