Con una misa solemne en la Catedral de Bogotá para agradecer por el Centenario del Episcopado, por el rescate de las personas secuestradas e implorar el don de la paz, culminó ayer al medio día la LXXXV Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano.
El nuevo Presidente de la Conferencia, monseñor Rubén Salazar Gómez, reiteró el compromiso de la Iglesia Católica en favor de un clima de paz y reconciliación, al tiempo que respaldó la marcha contra el secuestro prevista para el próximo 20 de julio.
El prelado afirmó que el trabajo permanente que hace la Iglesia en todo el país, busca "crear un clima de paz, de convivencia y de reconciliación" y por lo tanto expresó su apoyo a la marcha convocada para el 20 de julio en todo el país: "el secuestro es un crimen abominable que no tiene justificación."
Sobre los rescates militares aseguró que siempre hay que pensar primero en la vida de ellos y admitió que son posibles, "siempre que no se derrame una gota de sangre".
Reiteró que la Iglesia Católica apoya el trabajo social y lo que se haga en pro de la paz y de la justicia. Aprovechó también para aclarar que la Iglesia Católica no debe ser considerada una "aliada" del Gobierno. "El Gobierno actúa bien en unos campos, en otros campos somos críticos. Tenemos nuestra capacidad de poner el dedo en la llaga cuando sea necesario".
En la misma dirección
Según monseñor Salazar, su Presidencia no representa un cambio fundamental en las acciones que se venían liderando en el Episcopado.
"Seguiré con la continuidad en el trabajo que venía realizando monseñor Castro; la Iglesia es siempre la misma en el sentido de que tiene como tarea fundamental anunciar el Evangelio".
Y entre sus grandes metas está la de trabajar incansablemente para lograr la paz en el país y seguir abogando por la defensa de los derechos humanos como lo ha hecho siempre la Iglesia que "es la primera defensora porque se parte del principio que cada ser humano es hijo de Dios", señaló el prelado.
También es consciente de los grandes desafíos que debe enfrentar.
"Mi reto es hacer posible que el hombre sea capaz de descubrir a Jesucristo y de transformar su vida con la luz del Señor", afirmó el presidente de la Conferencia.
Agregó que "es necesario llevar el Evangelio a los seres humanos y más en un mundo globalizado como el que vivimos en este momento, en que los valores cristianos no son tan evidentes y las maneras de vivir ya no están tan de acuerdo con el Evangelio".
Monseñor Salazar, bogotano de 65 años, es arzobispo de Barranquilla desde el año 1999, desde entonces se dio a la tarea de poner en marcha un proceso de nueva evangelización que condujera a una renovación pastoral y social en su Arquidiócesis.
La excelente labor desempeñada en los últimos tres años como presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa fue una de las fortalezas que lo hizo merecedor de la presidencia del Episcopado.
"Se ha hecho un trabajo con las víctimas del conflicto armado, acompañando de manera efectiva y afectiva a los desplazados, procurando la reparación de todas estas víctimas de la violencia", afirmó el arzobispo Salazar.
En su tarea, lideró un trabajo de difusión de la doctrina social de la Iglesia, promoviendo muchos cursos de formación en todo el país.
Monseñor Salazar Gómez fue elegido para un período de tres años.
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