La propuesta presentada hace cerca de dos semanas por el viceministro de Transporte, Felipe Targa, de establecer unos cupos, y un mecanismo de subasta para la compra de automóviles particulares nuevo en Colombia, continúa generando reacciones, y ninguna, hasta ahora positiva.
Para Nicolás Mejía, presidente del sector automotor agrupado en Fenalco Antioquia, y gerente general del Grupo Automontaña, no es una propuesta que lleve a solucionar uno de los problemas más agudos del país, y es que "Colombia se dejó alcanzar en infraestructura" y no es mediante la restricción a la compra de un carro que se va a remediar la situación.
Explicó que este año solo en Medellín y el área metropolitana, entrarán unos 50 mil carros nuevos. Vehículos que no solo usan las vías, sino que generarán una suma importante en materia de impuestos que bien podrían canalizarse en el desarrollo de nueva infraestructura en calles y carreteras.
Por su parte, Tulio Zuloaga, presidente de la Asopartes, calificó la idea como un "absurdo de grandes proporciones".
Para el directivo gremial, la movilidad tiene que ver con otros elementos, y "no es restringiendo los vehículos como se va a lograr mejorar el tema".
Nicolás Mejía enfatizó en que en momentos en los que el PIB está creciendo, el país emerge como una zona con un buen potencial económico y de inversión, es contraproducente intentar restringir la dinámica de una industria y un comercio de vehículos que aporta un porcentaje importante de mano de obra calificada.
Transporte público bueno
El presidente del sector automotor de Fenalco en Antioquia, plantea que antes que restringirle a la gente con estas medidas su posibilidad de tener y usar un vehículo, se deben buscar alternativas que la inviten a hacer uso y disfrute de los sistemas masivos de transporte de pasajeros. Que estos sean eficientes, rápidos, seguros, y que la gente use el carro solo en las ocasiones especiales.
De acuerdo con lo explicado por Tulio Zuloaga, uno de los efectos que se podría generar con el establecimiento de estos esquemas de uso y regulación de la compra de un carro, es el del desincentivo por parte de ensambladores y comercializadores de vehículos de continuar su presencia o de hacerlo reducir de manera drástica la colocación de unidades en el país. Esto, como consecuencia también generaría un alto grado de desempleo.
Para él medidas que podrían agilizar la movilidad en las ciudades tiene que ver con estrategias como el cambio de horarios, la implementación de vías rápidas con el pago de un peaje a quien quiera usarlas.
La propuesta oficial solo se conocerá una vez se radique en el Congreso, el proyecto para reformar el Código de Tránsito.
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