Cuando terminó de escribir esa conversación entre Benjamín y Martina o entre Martina y Benjamín, que él llamó Comedia romántica, sintió que no estaba completa. Esa es solo una vida posible, una relación de pareja que se piensa en el futuro, en el para toda la vida.
Ricardo Silva Romero la tenía como novela solitaria (porque es autónoma), hasta que sintió que necesitaba contar lo que pasa en Colombia. "Uno podría leerla y ya, pero funciona mejor si está respondiendo a una realidad horrenda, si reconoce que el mundo no es fácil, porque el optimismo sobre la base de la mentira, realmente es tontería".
Entonces escribió El espantapájaros, una historia que narra una matanza. Que habla de esa violencia que está ahí, aunque al otro lado estén felices y, aparentemente, en otra vida.
Es cuando hay un solo libro, Érase una vez en Colombia, pero dos novelas. Una detrás de la otra o viceversa.
¿Dos libros en uno?
"He estado pensando que la edición del libro me parece tan precisa, tan gráfica, tan simbólica y tan diciente, que estos dos libros funcionan tal cual como funciona el libro entero. Uno le está dando la espalda al otro. También uno está cargando al otro a sus espalda o una realidad ve a la otra patas arriba. Una va mirando para abajo y la otra para arriba, pero uno no tiene claro cuál de las dos está patas arriba. Creo que eso es lo que pasa con este experimento. Mientras una novela está mucho más cercana a la realidad urbana, que hoy en día en Colombia es, si no estoy mal, el 80 por ciento de nuestra realidad, y es una vida posible en la medida en que es una relación de pareja que está fundamentada en el anhelo romántico que viene de siglos de tener una pareja que dure toda la vida, la otra realidad, La del espantapájaros es la del 20 por ciento de Colombia, que no la hace menor. Es una realidad que se ha ido asfixiando y no se puede dar ese lujo urbano de pensar hacia adelante, sino que piensa mucho más hacia atrás. Está totalmente atrapada en el presente".
¿Entonces se puede empezar patas arriba?
"Como experimento para el lector, lo que se está diciendo es que comience por donde quiera, pero un libro le va afectar al otro, en todo caso. Mire las vías que tenemos y sea optimista y tenga esperanza, sobre la base del horror, o mire este horror y protéjase con el amor".
¿Lo que hizo fue reafirmar que es difícil inventar sin realidad?
"El trabajo de cualquier persona que escriba, sea prensa o ficción o canciones, hasta los pintores, es cómo hacer posible el mundo, cómo repararlo, rehacerlo y representarlo, cómo contarlo a lo demás para que lo puedan digerir. Lo que se hace siempre es sobre la base de la realidad. Por más abstracta que sea la pintura o poco dramática que sea la película, lo que se hace es articular la experiencia en el mundo, la realidad, y aquí se está tratando de articular en forma de conversación y segundo en forma de matanza".
Comedia romántica es una conversación que no se acaba. Eso debió ser difícil...
"Sí claro, porque finalmente me toca hacer los dos papeles. Ese era un reto que, ahora que me lo preguntas, ni siquiera entré a pensar. Lo hice muy inconsciente, pero claro, lo más difícil de hacerlo es ser dos personas y lograr que dialoguen y que la una esté convirtiendo a la otra en otra persona y se modifiquen con la conversación. Creo que fue puro instinto y oído para revisar como habla la gente en las diferentes edades y, principalmente, conocimiento de los personajes. Yo llegué a conocerlos bien porque me los inventé con mucho cuidado".
¿Cuáles son sus peleas como columnista de opinión?
"Creo que la pelea central que doy es la defensa de la gente que está siendo matoneada. A mí me parece que hay que defendernos de los poderosos, ponerles límites. Esa es la defensa de fondo: la defensa de la gente que está siendo sometida".
En su página web está la definición de Silva y de Romero. ¿Cuál es entonces la definición de Silva Romero?
"(Risas) Para mí hay una muy simple. Me llamo Ricardo Silva Romero porque soy 33 por ciento yo, 33 por ciento mi mamá y 33 por ciento mi papá".
Nació el día del espejo mortal...
"Es más en chiste y es sacado del libro El lenguaje secreto de los cumpleaños, que es un libro que me compré hace doce años, porque me pareció genial. Es el día que nacen las personas que se dedican a opinar o a recrear el mundo. Por eso me divierte, porque me cuadra".
¿Cuál es la anatomía de Ricardo Silva Romero?
"Soy una persona que no tiene ningún problema en ser calvo, incluso ya me parece arrogante la gente con pelo y me sentiría bajito si viviera en Suecia, pero aquí todo el mundo como que tiene mi estatura y los altos son los discriminados".
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