Con más de 70 premios e incontables menciones, la de Gran Maestro de la Arquitectura Antioqueña que le acaba de conceder esta semana la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), no se lo esperaba.
En forma pausada y reflexiva, en la intimidad de su nueva oficina, el arquitecto antioqueño Javier Vera Londoño lo asume "como un reconocimiento a una pasión, a unas ganas de hacer de esta profesión tan maravillosa, un estilo de vida".
Agrega que la arquitectura es "alma y nervio de lo que es mi existencia humana, mi familia y mi profesión; un proyecto de vida".
Precisa entonces que su trabajo no consiste "en hacer edificios, sino en ayudar a construir una sociedad donde el producto que se crea dignifique la existencia humana".
A pesar de los 20 años que lleva ejerciendo esta profesión-pasión, su sensibilidad sigue a flor de piel. Lo reconoce y aclara que en sus obras busca siempre el equilibrio entre el alma y el cuerpo de la estructura que permitan, en armonía, el disfrute de todas las atmósferas.
Hace entonces una pausa y de manera inspirada recita: "Fue cuando el alma apareció en columnas. Fue cuando el aire se agrupó en ventanas. Y la luz en techumbre que sostienen muros de amor (...)".
Es la primera estrofa del poema Alhambra , que el poeta Eduardo Carranza escribió como homenaje al complejo palaciego y fortaleza en la ciudad española de Granada. Una ciudadela rica en diseño arquitectónico, en la que sobresalen sus arcos y zócalos profusamente decorados.
Precisamente, es la sensibilidad el sello que caracteriza las obras de este arquitecto urbanista de la Universidad Pontificia Bolivariana, catedrático, asesor y conferencista, cuya inspiración surge de todo lo que nace de la tierra. "No solo de los materiales, la naturaleza o la geografía, sino del comportamiento humano y cómo se instala en el territorio".
Para hacerlo, ausculta en busca de las abundancias del lugar, busca el silencio y el contacto con la naturaleza. "Es un encuentro conmigo mismo y con el entorno donde se instalará la obra", confiesa.
Destaca los positivos beneficios que se han dado en Medellín gracias a la renovación urbana, "pero esta es una labor que debe intensificarse, que debe acercar el norte con el sur y reducir las diferencias a partir de una renovación urbana integral".
Esto explica que su sueño, a largo plazo, sea trabajar con el sector público y privado, con un equipo interdisciplinario, "en renovaciones urbanas que dignifiquen las vidas de las poblaciones cada vez más olvidadas".
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