Recientemente se presentaron los resultados de la sexta encuesta de percepción ciudadana del programa Medellín cómo vamos (MCV).
Esta encuesta, realizada cara a cara en 1.523 hogares de Medellín, es un termómetro de lo que opina la gente sobre diversos aspectos que afectan su calidad de vida y son un insumo valioso para complementar el análisis de las condiciones objetivas de los hogares.
No obstante, la mayor dificultad que tienen las encuestas de percepción que se centran en la calidad de vida es la interpretación de sus resultados.
Ya lo había mencionado en otra columna hace ya algún tiempo en cuanto muchos científicos sociales, especialmente los economistas, desconfiaban de estas encuestas, pues consideraban que "la gente del 'común' no tiene idea de lo que quiere, no tiene parámetros de comparación, y específicamente en el caso de Medellín, los paisas son sumamente optimistas y todo lo relacionado con la ciudad les parece muy superior a cualquier otra".
Otro de los problemas en la interpretación y validación de los resultados es que algunas personas que no se identifican con lo que piensa la mayoría tiende a desacreditarlos porque "opinan" que eso no se compadece con la percepción que ellos mismos tienen o que han recabado con los más cercanos.
Aunque no hay que desconocer que efectivamente la interpretación de los resultados de estas encuestas se convierte en el mayor desafío, los resultados arrojados por la Encuesta de MCV revelan que no es tan cierto eso de que al paisa todo le parece magnífico.
Los resultados en 2011 muestran aspectos críticos donde la ciudadanía califica muy mal: la responsabilidad ciudadana fue uno de ellos, que incluye el comportamiento con los bienes y espacios públicos y diversos aspectos de la convivencia, otro tema crítico fue el de la gestión ambiental donde sólo tres de cada diez personas, en promedio, están satisfechas con la gestión en lo que concierne con el recurso hídrico, el aire, las basuras, los escombros, el ruido, la contaminación visual y los árboles en la ciudad.
Tampoco hay resultados muy alentadores en cuanto a la percepción del funcionamiento de la justicia, la corresponsabilidad por parte de entidades públicas y privadas en su trabajo por mejorar la calidad de vida del ciudadano, entre otros.
Por supuesto, también hay resultados de alta satisfacción como es el caso de los servicios públicos, la educación y la cultura, recreación y deporte, que obtienen calificaciones sobresalientes y sobre los cuales se pueden hacer distintas lecturas, que en otra ocasión se comentarán, pero vale la pena señalar que cualquiera sea el servicio, reconocer que se ofrece con condiciones de calidad no descuenta que en caso tal de que el servicio pierda sus condiciones de excelencia, la ciudadanía sea capaz de reflejarlo a través de la expresión de una menor satisfacción.
En síntesis, una lectura equilibrada de los resultados de la encuesta parte de entender el contexto en el que se realiza, en un sentido amplio, y su evolución en el tiempo, así como contrastar estos con los indicadores que dan cuenta de las condiciones objetivas de la población para aportar en lineamientos de política, que es en esencia el mayor aporte que ésta puede dar.
Pico y Placa Medellín
viernes
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