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Lectores que habitan la 13 dan testimonio

MIENTRAS LAS BALAS zumban, la vida continúa en los barrios. Con miedo, pero con valentía, una mujer de Juan XXIII describe sus días en medio de esta guerra.

  • Lectores que habitan la 13 dan testimonio | Esteban Vanegas | De las voces que surgen de los barrios afectados por los enfrentamientos entre combos, queda claro que el episodio de esta semana no es el primero y que las comunidades llevan tiempo padeciendo balaceras, extorsiones, atropellos y miedo. La gente reclama la presencia permanente de las autoridades.
    Lectores que habitan la 13 dan testimonio | Esteban Vanegas | De las voces que surgen de los barrios afectados por los enfrentamientos entre combos, queda claro que el episodio de esta semana no es el primero y que las comunidades llevan tiempo padeciendo balaceras, extorsiones, atropellos y miedo. La gente reclama la presencia permanente de las autoridades.
14 de agosto de 2010
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"Como estaba en la oficina, gracias a Dios no tuve que presenciar el horror que vivió mi barrio en la tarde del miércoles pasado. A mi mamá sí le tocó porque ella estaba en el supermercado. Corriendo, alcanzó a volver a la casa. Ya no respetan hora. Es el pan de cada día.

Llegué de trabajar a las 8:00 de la noche y me subí caminando desde la estación San Javier del metro. Las luces de las casas estaban apagadas pero ya había gente en la calle. No sé si se volvieron muy tranquilos o es que no valoran la vida, pero yo en esas condiciones no habría salido.

Soy Adriana*, vivo en Juan XXIII-La Quiebra con mis papás, mis hermanas y un sobrino. Llegamos al barrio hace algunos años, provenientes de Belén. Nos vinimos porque encontramos facilidad para comprar la casa.

En ese entonces era muy bueno. Había billares, tabernas... Pero ahora, a las 10:00 de la noche uno ya no ve a nadie por ahí.

Salgo a trabajar a las 5:20 de la mañana y vuelvo a la casa a las 7:30 de la noche. Pero los martes y jueves llego a las 10:00, porque tengo clase a las 6:30 de la tarde. Siempre me vengo en bus, menos cuando salgo muy tarde, que me toca viajar en metrocable e integrado.

Ya uno empieza a acostumbrarse a las balaceras. Empiezan tipo 9:00 ó 10:00 de la noche o a la madrugada.

Hay muchos sardinos
Hace un mes me subí en metrocable y, cuando iba por la calle hacia mi casa, el tiroteo se sentía en La Divisa. Casi siempre los disparos empiezan allá contra los de La Quiebra, que están abajo.

También recuerdo lo que pasó ocho días antes de Semana Santa. A las 8:00 de la noche estaba con mi mamá, en la casa de una vecina. Mi mamá salió a una tienda a comprar arepas, yo me quedé hablando con la señora y se prendió esa balacera tan horrible. Salí rápido a buscar a mi mamá y nos devolvimos para donde la vecina hasta que terminó el tiroteo. Sentía que disparaban desde arriba, desde La Divisa, e insultaban a los de abajo. Yo no conozco esa gente; sé que hay muchos sardinos.

No sé de dónde venían los tiros. Es un callejón con escalas, me da miedo meterme por allá. Mi mamá me dice que si ella tuviera trabajo, ya nos habríamos ido. Su idea es salir del barrio mientras esto se compone.

"Mamá es nerviosa"
Gracias a Dios no hemos sido víctimas del conflicto, pero ella sufre de los nervios y se siente muy insegura en el barrio. Tanto, que ya le da miedo llevar a mi sobrinito a estudiar.

El niño duerme arriba con la mamá, pero con tantos tiros prefiere dormir en el piso de abajo. En cambio yo le perdí el miedo al barrio; ya entro sola en las noches. Todo el mundo dice que soy muy relajada.

Pido más Policía. Mucha gente dice que no hacen nada, pero con ellos sí se siente más tranquilidad.

Uno les puede pedir mucho a las autoridades, pero nosotros también debemos colaborar. Por todas las personas que han muerto inocentemente, hay que señalar a los involucrados en el conflicto. Sobre todo no encubrir a los amigos o familiares.

Es muy duro delatar a un familiar, pero tenemos que ser fuertes y afrontarlo para que todos podamos vivir en paz. Es preferible ver al hijo en un reformatorio, que muerto en la calle.

Si entre los que cogieron por los enfrentamientos de la tarde del miércoles, hay menores de edad, los deben reformar. Dios quiera que no los suelten".

*Nombre cambiado para preservar  la seguridad de la tipeadora.

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