Una multitud llenó este miércoles la Plaza de la Plaza de la Revolución de La Habana para asistir a la misa del papa Benedicto XVI en el último día de estancia en Cuba.
A la plaza llegó también el presidente de Cuba, Raúl Castro, acompañado del canciller Bruno Rodríguez.
Peregrinos de todos los puntos de la isla, así como de otros países, incluido Estados Unidos, acudieron al que se considera el escenario de los grandes acontecimientos y efemérides revolucionarias y donde Juan Pablo II también ofició una misa en su histórica visita de 1998.
Banderas cubanas, vaticanas, carteles con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, y parasoles ponen la nota de color a la muchedumbre que llena la plaza.
A las 9:00 a.m. empezó la ceremonia de la segunda y última misa del pontífice en Cuba, de la que se despedirá en la tarde de este miércoles.
El obispo de Roma oficia la celebración desde un altar construido para la ocasión bajo el monumento al héroe nacional José Martí y frente a la gran efigie metálica de Ernesto Che Guevara, que ocupa la fachada de uno de los edificios oficiales de la plaza.
En su última jornada en Cuba, el papa también verá al expresidente Fidel Castro, según anunció el líder cubano en un artículo divulgado en la noche del martes, sin precisar el lugar y la hora de esa reunión.
Está previsto que el papa abandone la isla a las 16.30 hora local (21.30 GMT) pero antes se despedirá de los habaneros con un recorrido en papamóvil desde La Habana hasta el aeropuerto internacional José Martí.
En el aeródromo el papa pronunciará un discurso al concluir su visita a la isla.
Joseph Ratzinger finalizará así la segunda gira que ha cursado a Latinoamérica y que comenzó en México el 23 de marzo.
Este ha sido el vigésimo tercer viaje internacional de Benedicto XVI en sus siete años de pontificado.