Un 2 de octubre de 1936, don Leopoldo Arango pagó 50 pesos por 25 sacos de cemento, siendo esta la primera venta registrada en el balance de Cementos Argos.
Dos años antes, el 27 de febrero de 1934, ante el Notario Segundo de Medellín había nacido la Compañía de Cemento Argos. Claudino Arango Jaramillo, de 76 años, aportó la mayor parte del capital inicial para fundar la compañía.
Rafael y Jorge Arango Carrasquilla, sus hijos, fueron los accionistas más fuertes, además de la participación de sus sobrinos Leopoldo Arango Ceballos y Félix Mejía Arango, su yerno Julio Luis Restrepo y Carlos Sevillano, ingeniero que aportó la concesión minera de Sabaletas a la sociedad y el comerciante Carlos Ochoa Vélez.
La escritura pública 472 de ese año le dio vida jurídica a una sociedad anónima que contó con un capital inicial de 300 mil pesos y cerca de 100 accionistas. Su objetivo social: la explotación de la industria de cemento y la adquisición de yacimientos requeridos para ello.
Empezó a producir, dos años después, 50 toneladas de cemento al día, una cifra que, aunque parecía alta para la época, no representaba ni el 10 de la demanda del país, pero suficientes para abastecer a Medellín, que en ese entonces tenía 160 mil habitantes.
¿Y de dónde el nombre de la compañía? Argos es el acrónimo de Arangos, apellido de la familia de los precursores de la industria paisa, quienes además, provenían del Oriente antioqueño.
Esta fue la base para el nacimiento de una empresa, que luego se convertiría en un grupo de compañías, pues las cementeras iniciaron como fábricas independientes en varias regiones de Colombia.
Empezaron las plantas del Oriente y Argos, en 1934, como una productora únicamente para el mercado de Antioquia. Pero, desde 1938, se tuvo la visión de participar en otras empresas y fue así como se impulsó a Cementos del Valle, en Cali; y a Cementos del Caribe, en Barranquilla, en 1944. Después, vino el momento propicio en el que se adquirieron las otras empresas de Antioquia, que eran Cementos Nare y Cementos El Cairo, y se empezó a consolidar el grupo cementero Argos.
Más adelante, vinieron otras compañías que salieron de las manos de Argos, como fue la adquisición de Tolcemento, la construcción de la planta de Colclinker en Cartagena, Cementos de Caldas, se invirtió en Cementos Paz del Río y se montaron otras empresas como Cemento Blanco de Colombia y Colcarburos.
Así fue como se le dio vida a esta empresa antioqueña, que 78 años después es líder en el negocio del cemento en Colombia y uno de los grandes en la región.
Hacia el mundo
Hoy la compañía es más que una empresa que produce cemento y concreto para pegar ladrillos. Gracias a un proceso de internacionalización, que inició a mediados de los años 80, en el negocio del cemento, Argos es líder en Colombia, quinto productor más grande en América Latina y segundo más grande en el Sureste de Estados Unidos.
Argos cuenta con nueve plantas en Colombia y dos en Estados Unidos, seis moliendas de clinker en Colombia, Estados Unidos, Haití, Panamá, República Dominicana y Surinam; y cinco terminales de recepción y empaque ubicadas en Antigua, Curazao, Dominica, St. Marteen y St. Thomas. La capacidad instalada total es de 16 millones de toneladas de cemento al año.
Como si lo anterior fuera poco, en el negocio del concreto, Argos es líder en Colombia y cuarto productor más grande en Estados Unidos. Cuenta con 308 plantas ubicadas en Colombia, Estados Unidos, Haití y Panamá. La capacidad instalada total es de 14,5 millones de metros cúbicos de concreto al año.
Y es precisamente este gran tamaño y crecimiento el que impacta, pues una empresa que cimentó las bases de millones de hogares colombianos, que sostiene los edificios y construcciones más emblemáticas de las grandes ciudades del país, que aporta más del 60 por ciento del cemento en la ampliación del Canal de Panamá, que le da empleo a más de 2.500 personas de Estados Unidos, nació aquí y de aquí no se mueve.
Como dice Fernando Montoya, uno de sus exempleados, Argos es más que cemento. Es una compañía que genera desarrollo en las comunidades en las que está presente, que ayuda a las familias a sostener su patrimonio, que genera estabilidad a sus empleados.
Hoy la compañía tiene cerca de 7.500 accionistas, más de 9.000 empleados y, de lejos, es la base del desarrollo del país. Cementos Argos ha construido su futuro en Colombia.