La descarga de adrenalina llegó a su final solo cuando las sombras de la noche cayeron implacables en un nuevo escenario descubierto para los amantes de los deportes extremos, subiendo la loma de El Escobero, ahí donde la virgen parece haberle dado la bendición.
Desde bien temprano, jóvenes y "viejos", ataviados con cascos, rodilleras, caretas, coderas y hasta algunos exhibiendo espinilleras, llegaron al Mahalo Extreme & Bike Park como si fueran a disputar un partido de rugby. Allí, en ese espacio de terreno ubicado en el kilómetro cero de la vía, utilizado generalmente para hacer ciclomontañismo, los más arriesgados demostraron que para ellos no hay obstáculos ni siquiera en las caídas.
En ese lugar, a modo de parque extremo, el downhill fue el rey. Pero igual, la gran cantidad de público que se dio cita en los alrededores vibró con las exhibiciones de Patricio Escobar, el colombiano que en el pasado Mundial de trial en Itadori (Japón) fue noveno, y las ganas del bicicrosista Sergio Ignacio Salazar de asumir un reto más complicado: probarse en el downhill.
"Increíble. Yo jamás pensé que el evento fuera a tener tanta acogida y eso que no le hicimos mucha bulla", contaba ayer Xavier Bigorda, el principal promotor de King of Mahalo, aún sorprendido con la respuesta de la gente pues hasta ese sitio de Envigado acudieron más de quinientas personas.
"Quisimos reunir en un mismo lugar varias prácticas deportivas visualmente espectaculares y varios formas de expresión artística urbanas que hablan de la juventud. Y lo logramos", agrega este ciudadano español afincado en Antioquia hace cinco años que por mera casualidad le dio por la goma de los deportes extremos.
Y según cuentas tiene que dar muchas gracias porque todo salió a pedir de boca. Al fin y al cabo, Mahalo es un término hawaiano que significa gracias.
"La pasamos de maravilla", asegura Salazar, quien salió "ileso" de su ensayo en el downhill. "Fue una experiencia grata pese a que lo mío es el bicicrós; pero todo fue interesante".
Competencia (trial, downhill, escalada y dirt jump en bicicleta), participantes (de Manizales, Cartago y Antioquia), público (muy animado) y un escenario que se descubre para este tipo de prácticas es el balance que dejó la cita dominical.
"Estoy muy complacido porque fue bueno el ensayo, porque los chicos de trial salieron con una sonrisa de oreja a oreja ya que nunca habían competido con tanta gente alrededor, por la comunión de la gente con los deportistas, por las ganas, por el apoyo de algunas entidades, en especial el Inder de Envigado", dijo Bigorda.
Si quiera a este español lo atrapó esa neurona de la adrenalina que algún día, como asegura, se le atravesó en el camino.
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