Tiene un gusto particular y experto. Le gustan los sonidos no convencionales, aquellos que están más allá de los listados de ventas… aquellos que exigen un cierto conocimiento, una preparación, un contexto. Por eso, su discoteca personal o su ipod, son auténticas cajas desorpresas en las que es posible rastrear la evolución completa de Galaxie 500: Damon and Naomi, Luna, Dean and Britta… Músicas electrónicas fusionadas con diferentes culturas, o lo alternativo de lo alternativo, todo sin pedanterías o falsas poses. Por eso, sus negocios gastronómicos –creados en armónica convivencia con socios visionarios como él- son quizás los mejor musicalizados de la ciudad: Melodie Lounge, Bonuar, Herbario.
Pero las pasiones musicales de Carlos Estrada también se han convertido en una excusa para traer a la ciudad artistas que no se atrevería a contratar ningún empresario sensato o con verdadera visión de negocios. Cada concierto programado por Melodie Musique es pues un salto alvacío: Squirrel Nut Zippers, Balkan Beat Box, Supervielle, Bajofondo… Cada concierto es una incertidumbre, un riesgo que asume con valor. Me consta que, más allá de un fin comercial, hay un auténtico interés por entregarle a la ciudad una oferta musical que se salga de los parámetros estrechos y predecibles a que nos tienen acostumbrados los empresarios de siempre. Me consta que al sujeto le duele la falta de diversidad y oportunidades que tienen quienes ambicionan músicas un tanto más elaboradas y signadas por ese necesario toque artístico y conexión con la contemporaneidad.
Después de presentar en la ciudad propuestas sonoras que en ocasiones le han dejado un enorme agujero en el pantalón, Estrada insiste ¿Y por qué traer a Medellín una banda prácticamente desconocida como Marlango? No se lo pregunté, pero él ya sabía que la tenía difícil. Marlango es un trio español que cultiva un sonido sutil, elegante, bastante cercano al jazz, a un jazz que se mezcla con la bossa nova, con el pop… Un grupo que, de la mano de una vocalista excepcional como Leonor Watling, demuestra que para hacer música memorable, que llegue a esos rincones oscuros del corazón, no hay necesidad de mucho artificio.
Con muy poca gente conectada a la música de Marlango… Con una fe a toda prueba, Estrada confía en que sea suficiente la promoción del concierto de este sábado en el Orquideorama del Jardín Botánico a través deafiches, redes sociales y pauta en una sola emisora. Compartimos su sueño de una mejor agenda musical para Medellín. Imperdible.
