A educación física y artística, "las más divertidas", se les sumó una materia más: Matemáticas.
En la Maestro Pedro Nel Gómez esta materia se dicta disfrazada en juegos en el patio y manualidades en el aula.
Hace cuatro años la clase de la profe Damaris González tenía otro nombre: matecaspa y llegada la hora de recibirla los estudiantes "se morían de pereza".
La desidia que los pequeños sentían hacia esta área y los bajos resultados de la clase llenaban de "frustración" a quien, desde que estaba en el colegio explicaba la complicada materia a sus compañeras.
En cambio, notaba Damaris, cuando tocaba educación física los pequeños desataban una algarabía para celebrarlo.
Esa actitud despertó la idea de un proyecto que hoy goza con la distinción a experiencias significativas que entrega los premios Medellín, la más educada.
¿Te gustan las Matemáticas, cómo te fue el año anterior, cómo te gustaría que te las enseñaran, qué piensan en casa? De cuestionario en mano empezó a indagar los intereses de los pequeños.
Aventura matemática para gente extrema , fue el nombre del proyecto que volcó los estudiantes al patio, a aprender jugando.
La profe, con experiencia como recreacionista, empezó a hacer variaciones en los juegos que sabía que despertaban el interés de los estudiantes.
El triunfo en pañuelo, la chucha y el stop estaban condicionados a resolver problemas mentales: el que agarre el pañuelo, debe responder una operación matemática simple, o no vale el punto.
Con los cordones o palitos de paleta que encontraban, se proponían ejercicios para aprender a reconocer, por ejemplo, un ángulo menor de 90 grados.
"La mayoría de los estudiantes conocen la teoría pero no saben aplicarla, ellos lo hacen sin darse cuenta", dijo.
Los que hoy están en quinto han sido los más afortunados pues Damaris ha sido su profe desde que comenzó el proyecto.
Y comienzan a verse los resultados del proceso. Después de pasar los primeros filtros, Cristian Vallejo y cuatro compañeros más de quinto tienen asegurado el cupo en las Olimpiadas del conocimiento.
Las pruebas Saber, aplicadas en 2009, "muestran mejores resultados", dijo la coordinadora María Elena Acosta.
Los demás, sin embargo, tienen la oportunidad de recibir clases con Damaris, así no sea su profe oficial.
En el colegio hay un semillero en el que participan jóvenes de once hasta los más pequeños.
"Todo lo hace más fácil", comentó Jairo Gutiérrez, estudiante de séptimo y fiel alumno de los semilleros extraclases.
Año y medio después de recibir el premio en 2008, se sigue jugando y las manualidades también se han tomado las clases.
Para aprender fracciones, la torta no se dibuja en el cuaderno, se hace recortando y pintando cartón paja.
El tablero y la tiza vienen después de jugar porque "partiendo desde la construcción comprenden más fácil al momento de la teoría".
En la Pedro Nel, ubicada en el barrio Florencia de la comuna cinco, todos tienen que ver con el proyecto que, como dijo la coordinadora, "ya está consolidado en la comunidad".
En el momento, se está iniciando un proyecto de capacitación con el resto del profesorado de Matemáticas para que haya continuidad antes y después de pasar por las clases de Damaris.
Pico y Placa Medellín
viernes
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0 y 6