Juan Pablo Flórez casi ni podía hablar, porque a su lado lo que sonaban eran trompetas, pitos de los carros y el griterío de los amigos y familiares reunidos en las afueras del video Bar Cantares, en Itagüí.
A su lado estaban más de 80 personas que brincaban, gozaban, para llorar en el remate del partido que mostró la nítida victoria de Colombia, 2-0 sobre Uruguay.
"Hicimos sancocho, hasta tiramos pólvora y todos terminamos con lágrimas en los ojos, porque es demasiada la emoción que sentimos", contaba dichoso Juan Pablo al lado de sus amigos de Itagüí- Las Mercedes.
A pocos kilómetros de allí, en el parque de El Poblado y en el Parque Lleras, eran miles los seguidores que mostraban el fervor patrio que solo despiertan esta clase de victorias. De las que hacen historia en ese estadio ambulante que fue Medellín.
Pico y Placa Medellín
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