Un claro síntoma del malestar que ronda la economía es la caída en las ventas de alimentos. El Banco de la República incluyó éste hecho en una larga lista de dificultades que ha identificado la Junta Directiva, como factores que afectan el crecimiento económico del país.
Según Fenalco, al mercar las amas de casa y los jefes de hogar apelan a las mínimas cantidades posibles que ofrecen las tiendas de barrio al vender, por ejemplo, arroz por cucharadas y mantequilla en "cubitos".
Para el Banco, resulta inquietante que el comercio minorista de alimentos sufriera un desplome de -3,5 por ciento. La entidad señaló que "por sectores, ese fue el peor desempeño registrado en abril pasado". Ahí se explica el pobre crecimiento que tuvo ese renglón en los primeros cuatro meses de 2008. En el último mes medido, las ventas totales del comercio al por menor fueron apenas de 1,2 por ciento.
La situación quedó plasmada en las minutas oficiales de la entidad, pero también tiene preocupados a los comerciantes y no es para menos. Los registros oficiales arrojan que las ventas de comida cayeron más que las de muebles y computadores, cuya cifra fue de -0,33 por ciento en el cuarto mes del año.
Sin necesidad de entrar en una profunda interpretación, los análisis del Banrepública y del Dane permiten inferir que los hogares colombianos están restringiendo su alimentación. También las bebidas, licores y cigarrillos, muestran comportamientos negativos (-6,24 por ciento), con respecto a las ventas registradas en abril de 2007.
El presidente de la Federación Nacional Avícola (Fenavi), Jorge Enrique Bedoya, sostiene que los colombianos están consumiendo menos alimentos, por pagar créditos de consumo de computadores y electrodomésticos anexos a los recibos de servicios públicos.
Todas las recientes investigaciones sobre este tema desembocan en la misma conclusión. El centro privado de estudios económicos Fedesarrollo advirtió que el indicador de confianza de los hogares había disminuido y que entre enero y mayo mostró una caída al compararlo con el dato de hace un año.
Lo anterior está asociado al desplome que registra el consumo total de bienes y servicios que en el primer trimestre del año creció apenas 3,8 por ciento, seis puntos menos de lo que había aumentado durante los primeros tres meses de 2007.
Los precios
La alarma nacional por el desborde de la inflación no es ajena al fenómeno del menor consumo de comida.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, sacó una conclusión lapidaria de lo que está sucediendo: "Todo incremento en los precios genera menor consumo".
Agregó que una regla de oro en el comercio es que "a mayor precio, menor demanda" y viceversa.
La interpretación que hace Fenalco es que los colombianos están pagando las consecuencias del encarecimiento de los créditos por cuenta del crecimiento de los costos financieros. "El sistema de tasa de usura se volvió perverso", sostiene el dirigente gremial.
Además también se deduce que el mayor desempleo registrado en las ciudades es otro factor que golpea el ingreso de los hogares.
En las trece principales ciudades la tasa de desocupación en mayo subió a 11,8 por ciento.
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