"Mi epitafio dirá: Le faltaron dos semanas, porque es la historia de mi vida, la que sufre todo realizador cinematográfico, a quien el tiempo nunca le| alcanza y le dice a sus productores que le den dos semanas más para terminar la película".
Lo dice Juan José Campanella director de Metegol, su primera película animada, la más costosa de la cinematografía argentina, con una inversión superior a los 22 millones de dólares, "una inversión muy alta para nuestro cine, pero muy baja cuando se habla de cine animado.
¿Qué importancia tiene el fútbol en la película?
"El fútbol es el contexto de la película, pero no es el tema, porque no hablamos del negocio y demás. Es como Casablanca, que está en el contexto de la guerra pero no trata de la guerra; o Rocky, que se mueve en el mundo del boxeo, pero no es sobre este deporte. Metegol es una historia de amor y de superación. Por eso creo que no hay que entender o disfrutar de este deporte para poder deleitarse con la película, porque además no entiendo nada de fútbol.
La mejor sorpresa que hemos tenido, es que las chicas la están disfrutando como loco, porque la historia de amor está más presente que el propio fútbol".
¿Por qué hacer una película de esta magnitud en América Latina?
"Por muchas razones, entre ellas porque el sistema de Hollywood te fuerza a realizarla tres veces, con tantos ejecutivos y productores, no sabes quién es quién y las películas terminan haciéndose por comité. Nosotros en esta película la mesa de la sala de la casa era el salón de juntas, con cuatro o cinco personas y lo que se decidía allí era lo que se convertía en la película, porque que artísticamente Metegol no deja de ser una cinta muy personal".
¿Cómo fue el aporte de Eduardo Sacheri?
"Es uno de los personajes de la Santísima Trinidad de escritores de fútbol, quien también fue el escritor de "La pregunta de sus ojos", y coguionista luego de la película "El secreto de sus ojos", y tiene la sensibilidad para plasmar la épica del potrero.
Fontanarrosa escribía mucho sobre los hinchas de fútbol profesional, pero Eduardo Sacheri encuentra batalla épicas en partidos de barrio y le agregó un espíritu a la película, con el compañerismo y las rivalidades".
¿Siente que es una película que se entenderá en cualquier parte del mundo?
"No somos tan únicos como los argentinos creemos que somos. Además, la mitad de la producción eran argentinos, pero la otra mitad de todas las nacionalidades, y creo que gran parte de ellos eran colombianos y todos entendíamos la película.
No es una película que transcurra en Buenos Aires, puede ocurrir en cualquier parte del mundo, porque al no ser una película de fútbol, habla de temas universales como el amor y la autosuperación.
Ya la presentamos en San Sebastián (España), la han visto gente hasta de Corea que está interesada en ella, y Universal la distribuirá en toda América Latina, lo que prueba que la película es apta para todo público y todas las regiones".
¿Qué viene para Campanella?
"Apenas viendo proyectos. El 2014 será para escribir un guión y quiero dirigir una obra de teatro, porque luego de tanta cosa digital, quería hacer algo que fuera sólo actores y texto, y eso me lo permite el teatro".
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