Después de tener a su hijo, Joaquín, Mónica Fonseca se siente feliz y con toda una vida por delante junto a su esposo, Juan Pablo Raba.
Ella combina sus labores de presentadora, periodista, mamá y esposa con los cuidados del medio ambiente.
¿Qué significa ser embajadora del medio ambiente para las Naciones Unidas?
"Es un compromiso más allá de la pasión que uno tenga. Para mí es importante. Soy hija de un ambientalista, entonces para mí ha sido un proceso muy natural. Independientemente de eso, uno tiene que ser coherente con el ambiente y la ecología y participar todos los días de ella".
¿Desde esta edad le enseña a Joaquín a cuidar el planeta?
"Sí. Cuando le sirvo compota de manzana solo le doy lo que se va a comer. Es que podemos quedarnos sin alimentos, sin agua".
Ahora tiene una vida muy feliz pero no siempre fue así, ¿cree que las cosas malas de su existencia la hicieron crecer?
"Cada situación no es mala ni buena, crecimos con la cultura de tener una culpa encima, lo bueno y lo malo resulta de situaciones que pasan porque así es la vida y todo hace parte de ser un buen humano.
¿Volvió a hablar con Mark Tacher, su exesposo?
"Nunca volví a hablar con Mark. Es la primera persona en mi vida con la que no vuelvo a hablar, pero más por él que por mí. Soy fresca con el tema de las exparejas, pero en mi caso, respeto el silencio o las decisiones de esas personas".
¿Cómo ha cambiado su vida después de Joaquín?
"Verlo en mi casa es maravilloso, me acompaña a trabajar, lo llevo, comparte conmigo. El acompañamiento de mi madrastra ha sido importante. Nuestra relación no fue tan buena, pero ahora que está Joaquín ha sido una excelente abuelastra".
Desde pequeño, su hijo ha estado en el ojo público en Instagram, Twitter...
¿Eso es bueno o malo?
"Me parece natural, vivimos en esta era donde todo el mundo está conectado. Compartimos las vidas de nosotros y algo de lo que uno se siente orgullos son sus hijos".
¿Qué tiene Joaquín de usted y qué tiene de Juan Pablo?
"Es súper pícaro y coqueto como Juan Pablo. Tiene las miradas de él. Los científicos dirán que estoy inventando pero Joaquín tiene un humor muy especial, de poderse reír. A veces me pongo brava con él y le digo que no moleste más y él logra quedarse mirándome unos segundos y soltar la carcajada".
¿Qué mundo le gustaría para su hijo?
"Quiero un mundo en el que no hayan guerra ni armas, donde seamos tolerantes el uno con el otro".
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