El tenista David Nalbandian le dejó en claro a todos, sin excepción, sus intenciones para el Abierto de Australia al llevarse este sábado el título masculino en el torneo internacional de Sidney.
Con toda seguridad que su rival, el finlandés Jarkko Nieminen, no tuvo dudas de la determinación del fornido argentino, ya que Nalbandian lo despidió 6-3, 6-7 (9-11) y 6-2 en una fría noche bajo luz artificial.
"Ha sido una semana muy positiva", dijo Nalbandian. "Iré a Melbourne con mucha confianza", añadió. "Jugué buen tenis desde el comienzo de la semana", sostuvo.
El Abierto de Australia se inicia el próximo lunes y Nalbandian será el décimo preclasificado.
El segundo set de Sidney fue parejo, pero en esencia el abismo de clase entre el número 11 del mundo y su rival finlandés fue demasiado grande durante la mayor parte del enfrentamiento.
Nalbandian, luciendo una casaca oscura, apretó los dientes y blandió el puño al adjudicarse el décimo título de su carrera, tras 20 finales.
Nieminen, quien se impuso al tercer cabeza de serie Novak Djokovic el viernes, fue simplemente incapaz de seguirle el ritmo a los potentes disparos y al oficio de su rival en la cancha.
El único desliz que cometió Nalbandian fue cuando sirvió para partido estando 5-4 en ventaja en el segundo set, ya que perdió concentración y le permitió a su rival que lo quebrara para igualar.
Ese impulso momentáneo animó a Nieminen - o Nemo como lo llamaba afectuosamente el público de Sidney - y tuvo en sus manos tres puntos para set estando 6-5 arriba, pero Nalbandian se recuperó y llevó el parcial al "tiebreak".
Nieminen necesitó seis puntos más en el "tiebreak" antes de poder igualar el encuentro, pero el argentino ganó nuevamente el control en el tercer parcial.
El tenis no fue siempre vistoso y Nalbandian mostró más sus nervios que su atractivo juego, pero lo compesó con agallas y determinación para cerrar la contienda con un smash en su segundo punto para partido.
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