"Ya no tendremos que ir hasta la cancha con el riesgo de una balacera porque este nuevo colegio tiene su propia cancha. Yo lloré de alegría y me siento muy orgullosa de que nos den este colegio donde voy a aprender mucho para ser profesora", dijo emocionada Geraldine Urrutia Yepes.
Esta pequeña de nueve años, al igual que otros 549 niños del barrio Caicedo Villa Liliam están ávidos de estrenar, en enero, el Colegio Básico Camino de Paz que entregó esta semana la Fundación Las Golondrinas, con el apoyo de más de 55 empresas privadas y la Alcaldía de Medellín.
Se trata de un proyecto social y comunitario que beneficiará no solo a niños y jóvenes, sino también a la comunidad en general, conformada por desplazados y afrocolombianos, como explicó Catalina López Arango, presidenta de la Fundación.
"El futuro de Medellín está en los niños, ellos son la razón de ser de este proyecto que crecerá como un árbol, sano y fuerte. Nuestra meta es ayudar a construir un presente con más inclusión, equidad y reconocimiento", expresó.
Más que un colegio, este centro educativo es un proyecto social y comunitario. La sede cuenta con 14 aulas desde transición hasta quinto grado, biblioteca, sala de sistemas, ropero comunitario, sala de artes, teatro al aire libre, zona deportiva, laboratorio, restaurante escolar y salón comunitario.
Esto explica lo que afirmó Álvaro Rocha Serrano, integrante de la Junta Directiva de la Fundación Golondrinas: "No estamos entregando un colegio; estamos sembrando esperanza". Así lo sintió la comunidad.
La institución beneficia a población residente en Caicedo, Villa Liliam y de manera especial a los asentamientos Esfuerzos de Paz I y II y Unión de Cristo, de población mayoría afrodescendiente.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
