En el discurso del presidente de E.U., Barack Obama, ante 8.000 personas en la Puerta de Brandeburgo en Berlín (Alemania), que era un sueño para el mandatario, la defensa de la estrategia de espionaje fue clave para dejarle claro al mundo que Washington no espía porque sí los correos electrónicos ni las llamadas de ciudadanos.
"Esta no es una situación en la que estamos investigando cosas ordinarias de alemanes o estadounidenses o franceses o cualquier otro. No es una situación en la que simplemente entramos a internet y empezamos a buscar lo que queremos", dijo Obama.
Aclaró además que es un sistema circunscrito y dirigido para proteger la población y a todos los que estén bajo la supervisión de tribunales. Obama habló bajo un fuerte sol, calificado por la prensa alemana como el día más caluroso del año allí.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel dijo frente al tema que la supervisión gubernamental de las comunicaciones por internet debía permanecer dentro de límites adecuados. "Dejé claro que aunque no vemos la necesidad de recopilar información, el orden democrático libre está basado en que la gente se sienta segura", dijo la mandamás europea.
Sin embargo, la carga simbólica del discurso de Obama en Berlín tuvo que ver "con el acercamiento hacia sus aliados europeos, específicamente, en la lucha antiterrorista y por eso el respaldo al método norteamericano", explicó a este diario el docente e investigador de Eafit, Adolfo Maya.
De otro lado, Obama exhortó al mundo también en su discurso, a reducir las reservas nucleares estadounidenses y rusas y confrontar el cambio climático, un peligro al que consideró la amenaza global. "Las amenazas de hoy en día no son tan crueles como lo eran hace medio siglo, pero la lucha por la libertad, la seguridad y la dignidad humana, esa lucha continúa".
Finalizó su intervención llamando a preocuparse por aquellos que no encuentran empleo en sus países o por las niñas que no pueden asistir a la escuela y a estar atentos para salvaguardar la libertad.
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