El Gobierno de Panamá trabaja en una nueva solicitud de extradición del ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega ante Francia, después de que las presentadas ante Estados Unidos quedarán obsoletas con el envío del ex militar al país europeo.
El ex dictador panameño tiene pendientes condenas en su país a penas que, sumadas, sobrepasan los 60 años, aunque de acuerdo al Código Penal panameño aquellos reos con una edad superior a los 70 años pueden cumplir los castigos de cárcel en régimen de prisión domiciliaria.
En prisión
El ex dictador fue enviado el martes pasado a prisión por orden de un juez francés, horas después de haber sido extraditado a Francia desde Estados Unidos.
"Su detención provisional es el único medio" para garantizar que Noriega comparezca ante el tribunal que lo tiene que juzgar de nuevo en Francia, donde ya fue condenado en rebeldía en 1999 a diez años de prisión, explicó el juez de las libertades y la detención, que envió al ex dictador a la cárcel de La Santé, en París.
El magistrado Jean-Michel Maton insistió en que "los hechos (que se le reprochan a Noriega) no presentan ningún vínculo ni siquiera débil con sus atribuciones de jefe de Estado".
Respondía así a las alegaciones del propio ex mandatario y de sus abogados en el sentido de que consideran que tendría que beneficiarse de inmunidad en tanto que antiguo "jefe de Estado" de Panamá.
El juez de las libertades y de la detención indicó igualmente que su puesta en libertad sería "impracticable incluso con control judicial", pues se correría el riesgo de fuga al extranjero.
Tras la lectura del dictamen, el magistrado le preguntó si accedía a firmarlo, no como aceptación de su contenido sino como simple notificación y, después de consultar con la mirada a su abogado, Noriega dio su visto bueno.
El caso
El procedimiento en su contra en Francia se abrió en noviembre de 1989, a raíz de una investigación sobre fondos sospechosos que habían llegado a este país a varias cuentas a nombre de la mujer de Noriega.
El Tribunal Correccional de París lo condenó el 1 de julio de 1999 a diez años de cárcel por blanquear dinero procedente de varias operaciones de narcotráfico.
En Francia con ese dinero adquirió varias propiedades inmobiliarias, según dicha sentencia.
El abogado de la defensa Pierre Metzner anunció que recurrirán la decisión del encarcelamiento y reiteró la idea de que Noriega no puede ser juzgado en Francia y debe ser repatriado a Panamá.
"Noriega no tiene que ser juzgado en Francia porque fue presidente" de la República de Panamá, explicó Metzner, quien lamentó que el juez de las libertades y de la detención no hubiera sacado "todas las consecuencias del reconocimiento de su estatuto de antiguo jefe de Estado".
"Es una situación incomprensible en términos jurídicos", porque no respeta la Convención de Ginebra, y "vamos a iniciar todos los procedimientos posibles" para anularla, avanzó el letrado.
Así, el próximo 12 de mayo se va a plantear en una nueva audiencia la cuestión de la inmunidad de Noriega, que, después de haber pasado 20 años en la cárcel en Estados Unidos, "tiene la sensación de ser objeto de un ajuste de cuentas político".
Metzner agregó que van a verificar que se cumplen las condiciones de detención en la prisión de La Santé fijadas por la Convención de Ginebra, como estableció el juez.