"Pablo Escobar era un poco como Robin Hood". Esta afirmación, hecha por el sacerdote Juan Carlos Molina, sobre el fallecido capo del cartel de Medellín tiene encendido el ánimo entre un sector del Gobierno argentino.
El cura, integrante de la Sedronar, entidad que se encarga de prevenir la drogadicción entre los jóvenes argentinos, hizo estas declaraciones al diario Clarín y señaló que pese a los actos de violencia y barbarie Escobar construyó casas y centros de salud.
"Escobar hizo todo en base al mal, la droga y la delincuencia. Pero el pobre tenía para comer, tenía hospital. Ahí está la dicotomía", dijo Molina, cercano a la presidenta Cristina Fernández y a su cuñada Alicia (hermana del presidente fallecido, Néstor Kirchner).
Al paso de estas declaraciones, el diputado argentino Francisco de Narváez, salió en su contra y cuestionó las palabras del sacerdote, señalando como una gran equivocación las referencias que el padre Molina tiene sobre el narcotraficante colombiano.
"Pablo Escobar es un asesino, no se puede comparar con Robin Hood, es un error grave", precisó De Narváez.
La televisión argentina tiene en estos momentos entre su programación una serie televisiva que fue realizada en Colombia por el Canal Caracol y según el Diputado esto ha hecho que se tergiverse la realidad sobre lo que realmente fue Escobar para la sociedad colombiana.
"Pablo Escobar ahora está popularizado, pero era un narcotraficante asesino. Ni comparado con Robin Hood. Además, hay que decir claramente que no queremos tener Pablos Escobar en la Argentina, es un error muy grave decir eso", agregó el diputado peronista.
Argentina en estos momentos sufre un gran aumento del consumo de drogas ilícitas entre los jóvenes y de la violencia en las zonas más deprimidas de Buenos Aires.
El tema de la droga en las calles, el microtráfico y las muertes por este fenómeno han alertado a las autoridades que buscan soluciones para no llegar a los límites que se han vivido en otros países de Suramérica.