La policía y manifestantes se enfrentaron el jueves en Brasil horas antes de la inauguración del Mundial de fútbol, dejando por lo menos cinco heridos, aunque en muchas partes del país se empezaba a percibir el entusiasmo por el torneo y los hinchas ondeaban banderas en su camino al nuevo estadio de Sao Paulo.
El evento se ha visto empañado por las demoras en las obras de construcción y meses de disturbios políticos, porque muchos brasileños están molestos por que se han gastado 11.300 millones de dólares en preparativos para el Mundial, en un país donde los hospitales y escuelas públicas tienen muchas necesidades.
La policía usó bombas de ruido y gases lacrimógenos para dispersar a una multitud de alrededor de 100 manifestantes que se congregaron en el este de Sao Paulo, a unos 10 kilómetros de del estadio Arena Corinthians donde se jugará el partido inaugural entre Brasil y Croacia.
Luego de que los manifestantes intentaron cortar la principal calle que lleva al estadio, al menos cinco personas resultaron heridas en enfrentamientos con efectivos, dijo un portavoz de la policía.
Un grupo de activistas hizo circular fotografías de un puñado de manifestantes con lesiones, como narices ensangrentadas y heridas en las piernas por lo que parecían ser balas de goma.
Una productora de CNN resultó herida durante el enfrentamiento, según testigos.
Alrededor de 1.000 manifestantes en Río de Janeiro marcharon pacíficamentre, pero unos cuantos quemaron banderas brasileñas y corearon consignas como "Fifa vete a casa", refiriéndose al organismo que rige al fútbol internacional. Hubo protestas más pequeñas en otras ciudades sede.
