Lo ocurrido el pasado sábado en el hospital de Turbo, cuando agentes del CTI detuvieron a una médica por negarse a suministrar documentos de un menor asesinado, por carecer aquellos de orden judicial, debe ser esclarecido de inmediato. Los agentes tienen que saber que hay diligencias que no pueden desarrollarse sino con orden judicial.
Según testimonios, en este caso la médica cumplió su deber, pero habría sido coaccionada por los agentes. Si ello fue así, sería de la mayor gravedad. Y peor aún, si fue detenida injustamente. Esto no puede dejarse pasar sin más.
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