El expresidente Álvaro Uribe Vélez reiteró este viernes su preocupación por iniciar las negociaciones de paz con las Farc, sin la exigencia del cese el fuego por parte del grupo guerrillero.
En declaración a la emisora Blu radio, el exmandatario aseguró que por eso no considera que haya problema en los delegados designados por los insurgentes y argumentó: "el Gobierno se sienta negociar con una seguridad deteriorada, con un terrorismo recrudecido y sin exigirle al terrorismo cese de actividades criminales".
Y consideró como "gravísimo" el hecho de las más de 300 condenas y órdenes de captura vigente contra los negociadores de las Farc
Así mismo, añadió que llegar así a la mesa de diálogo no deja un mensaje claro para las Fuerzas Armadas, tal como lo ha comentado en ocasiones anteriores. "Se ha permitido que la lectura que llegue a la Fuerza Pública es el Gobierno prefiere la negociación con el terrorismo que la seguridad y la protección con las Fuerzas Armadas", consideró.
En el diálogo con la cadena, el expresidente dijo que confió en el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy, quien recién posesionado le pidió sacar de la cárcel al canciller de las Farc, Rodrigo Granda, al considerar que así se avanzaría en la liberación de Íngrid Betancourt.
"En ese momento pasaron raudamente por mi mente varias reflexiones y me dije si Sarkozy me dice esto es que Sarkozy tiene un arreglo con las Farc para liberar a Íngrid... No quise preguntarle si tenía acuerdo", comentó.
Y aseguró que no se arrepiente de ello, pese a las dificultades que hubo tras la captura de Granda en Venezuela. El expresidente agregó: "no me arrepiento, yo creo que eso fue una señal muy importante de nuestra buena fe ... nuestro ánimo de que liberaran a todos los secuestrados".
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