Amediados de octubre, la zona Nororiental de Medellín contará con otro atractivo turístico más, el puente peatonal en arco de guadua con más luz y largo del país y del mundo.
Éste unirá a dos barrios, Santo Domingo Savio y Granizal, cuyos habitantes actualmente, por las condiciones geográficas del terreno, deben dar una vuelta muy grande para trasladarse de un sector al otro.
Debido a su longitud y al material en que se está construyendo, los residentes de la zona manifestaron inicialmente su preocupación frente a su resistencia.
Sin embargo, el director del proyecto, ingeniero Francisco Rojas Pinto, explica que además de haberse tenido en cuenta todas las consideraciones de diseño de cualquier estructura, también posee las de sismorresistencia, vientos y al final tendrá una prueba de carga.
Igualmente, estará dotado de acelerómetros, que en cualquier momento que se presente un sismo determinará qué paso de fuerzas hay en el puente. Además de inclinómetros, que demostrarán cómo se deforma y así poder entrar a reparación.
También tendrá una estación de clima para medir brillo solar, luminosidad y humedad para determinar en qué afectan éstos el comportamiento de la guadua.
Para el director del Sena, Darío Montoya, su institución se ha propuesto fomentar no sólo el cultivo de la guadua, sino también el uso y por eso, con esta obra, no sólo se suple una necesidad de comunicar dos barrios, sino que también se convierte en un aula viva que integra a muchos jóvenes a esta tecnología de manejo de la guadua como material estructural.
En el diseño y la construcción participan aprendices y egresados del Centro de la Construcción de la Regional Quindío, con el apoyo del Centro para el Desarrollo del Hábitat de la Construcción de la Regional Antioquia.
El más largo en arco
Lo novedoso del proyecto es que es un puente en arco, de costilla sólida, que tiene una luz de 51,8 metros, lo que lo hace el primero con esa longitud de luz entre apoyos y construido en arco, porque los que se han construido son tipo cercha.
Según Rojas Pinto, en éste se les saca partido a las propiedades mecánicas de confección de la guadua.
"Un arco casi siempre trabaja con presión dependiendo de las condiciones de apoyo. En este caso, los apoyos son dos articulaciones que funcionan totalmente con presión y ésa es principalmente la bondad de la guadua", anota Rojas.
El arco tiene una longitud de 65 metros y el puente 62 metros. Para lograr la costilla sólida se presentó el inconveniente de la unión de una guadua con otra, que se superó con material compuesto de platinas y pernos.
Estará sostenida en dos morteros de concreto de 70 metros cúbicos, generando una fuerza de 120 toneladas en cada apoyo, que contrarrestan los esfuerzos que el arco produce.
Como el terreno presenta la dificultad de que es en roca fragmentada, se utilizaron tres pilas de 16 metros de profundidad y de 1,60 metros de diámetro para poder transmitir ese peso directamente a la roca natural.
La guadua es un material que históricamente ha estado en la base de muchas culturas del país, especialmente en las zonas cafeteras.
Es un material muy versátil y útil, tal como se demostró en el sismo de 1999 en Armenia, donde las construcciones que había en este material aguantaron el embate del fenómeno.
Cuenta Jairo Jiménez, vicepresidente de Asocomunal, que también hubo prejuicios acerca de dónde saldrán los recursos por la alta inversión que significaba la obra, como el que se desembolsarían del presupuesto participativo.
Pero al aclararse que los 700 millones de pesos que cuesta el puente provenían de recursos aportados por el Sena, la obra tuvo un mejor recibimiento.
Además, dice el director del Sena, "es una obra de arte y de ingeniería, que a su vez permite entregarle al país jóvenes formados al más alto nivel en el manejo estructural de la guadua".
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