La elección del actual magistrado de la Corte Constitucional, Humberto Sierra Porto, como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), es considerado un triunfo no solo de la Cancillería, que lo propuso como candidato para competir por una de las tres plazas en este cargo, sino un reconocimiento al trabajo que desarrollan los jueces en Colombia en materia de derechos humanos.
Ahora, cuando en el país se habla de una eventual apertura al diálogo con las Farc y se debate el Marco Jurídico para la Paz, Sierra Porto indicó que recibe esta designación con "emoción de patria" y tomó su nombramiento como simbólico "para Colombia que está tan afectado en materia de derechos humanos", donde los jueces que juzgan las violaciones a estos, algunas veces se encuentran 'maniatados'.
Al momento de su designación en el marco de la 42 Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Cochabamba (Bolivia), el presidente Juan Manuel Santos destacó el nombramiento y aseguró, a través de Twitter, que es "un nuevo aporte de Colombia al sistema de la OEA".
Alfonso Gómez Méndez, exfiscal general de Nación, aseveró que por este nombramiento habría que felicitar a la diplomacia colombiana porque la presencia de un colombiano en la CIDH es importante ante las demandas y condenas que se han presentado contra el Estado en casos como el de la masacre de Mapiripán, la muerte de Manuel Cepeda y el caso del bombardeo a Santo Domingo.
"El hecho de que haya un colombiano que pueda mostrar la visión de lo que pasa internamente es significativo y esta Corte ha ido adquiriendo gran importancia en el sistema interamericano", precisó Gómez Méndez.
¿Sirve a Colombia?
Sin embargo, el nombramiento de Sierra no beneficia en nada a Colombia con respecto a las demandas en contra del Estado.
Así lo aseguró Rafael Nieto Navia, quien hizo parte de la CIDH desde 1982 hasta 1994, al afirmar que el papel de Sierra Porto "es el de un juez independiente".
Esta premisa es la misma de Gustavo Gallón, director de la Comisión Nacional de Juristas, quien indicó que "es un nombramiento normal dentro de los lineamientos de la Corte Interamericana".
Gallón manifestó que "hay que tener en cuenta que los miembros de la Corte son juristas independientes, es decir, no representan al país. Esperemos que el doctor Sierra cumpla su función en la que le corresponderá ser juez en caso de violaciones a los derechos humanos en diversos países, incluido Colombia".
El politólogo Darío Acevedo dijo que con la elección del magistrado Sierra "se abre una esperanza para que los casos de derechos humanos de Colombia que se tramitan allí, sean tratados con mucho más rigor y objetividad".
Pero ante las versiones de una posible ayuda al Estado colombiano en los casos como el de Mapiripán, Gallón reseñó que "él deberá actuar como un juez y no como representante de los intereses del Gobierno Nacional".
No obstante, el exfiscal Gómez Méndez declaró que aunque debe ser un juez independiente, "es importante el conocimiento que un juez debe tener de una determinada realidad para fallar de acuerdo con las pruebas en cada uno de los casos".
Sierra se declaró impedido en casos como el bombardeo a Santo Domingo, la operación Fénix y la masacre de Mapiripán.
El magistrado fue elegido con 15 votos de los 24 países que ratifican la Convención Americana sobre Derechos Humanos establecida en el Pacto De San José.