Esta fue la pregunta que me hizo uno de los estudiantes asistentes al conversatorio "Actualidad política y medios", efectuado el pasado martes en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, que quiero poner hoy como tema de reflexión.
Realmente en Colombia no existe una norma jurídica que sancione las conductas contrarias a la ética periodística. Y en opinión general de los expertos, no cabe una regulación externa a los medios de comunicación y la conciencia del periodista.
Los medios tienen dentro de su filosofía editorial un conjunto de principios tutelares del desempeño profesional y las asociaciones de periodistas, consagran artículos concretos sobre la ética en sus estatutos y declaraciones.
La ética periodística forma parte del currículo en los programas de formación de periodistas y comunicadores.
Pero no hay un código que penalice las faltas a la ética. Porque como explica el periodista Javier Darío Restrepo: "El primer desafío ético para el periodismo es entender la diferencia entre un código ético y uno de policía. Sí, el policía, el juez o el magistrado deben ser éticos, pero la ética no debe ser impuesta por policías, jueces o magistrados. Los códigos figuran en las primeras páginas de numerosos manuales de estilo, pero son cosa distinta de las normas imperativas para titular, para escribir abreviaturas o para usar las mayúsculas".
Y concluye: "La ética es distinta porque nadie la impone, no nace de una presión exterior sino que es una autoimposición que se da como resultado de una presión interior que Kant describía al hacer alusión a la metáfora de un código o clave vital escrita en el corazón humano. Por eso hablaba de "la ley moral en mi corazón".
Hablar de ética es siempre válido. Ojalá se reflexionara más en las facultades, en las salas de redacción y en otros ámbitos. Pero es pernicioso verla como un escollo a la libertad de expresión o simple enumeración de artículos e incisos que pudieran asimilarla a los contenidos de los códigos de policía, por ejemplo.
Debe mirarse, mejor, como un acto de coherencia con los pilares del periodismo y de respeto a los derechos humanos. O como lo expresa Luis Ramiro Beltrán, otro de los estudiosos de la ética: "...la manera moral de ser y de hacer del periodista regida por su profunda identificación con principios y normas de adhesión a la verdad, a la equidad, al respeto por la dignidad y por la intimidad de las personas, al ejercicio de la responsabilidad social y a la búsqueda del bien común". Creo, sin embargo, que muchas veces la sanción moral que recibe el periodista que transgrede la norma ética tiene consecuencias en su estabilidad laboral, una vez que los editores y directores conocen la falta.
El oficio del periodista oscila en todo momento entre la libertad de expresión y la responsabilidad social. Porque a los derechos también corresponden los deberes...
Una situación es el periodista frente a la ética, y otra, el periodista frente a la ley. Ésta será tema de la próxima reflexión.
*Defensor del lector de EL COLOMBIANO
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