Las mismas cartillas con las que la Red Alma Máter, que es integrada por cuatro universidades públicas del Eje Cafetero, capacitó a docentes en Bogotá, se emplearon en Antioquia.
En 2008, la actual administración departamental hizo un contrato con la Red, para el "fortalecimiento del sistema de formación docente, directivos docentes (18.564) y otros agentes educativos y culturales (720.241 estudiantes) en los cinco ejes temáticos estructurales -dotación e implementación".
La transacción se hizo en medio de cierta discusión por que el servicio fue contratado con una entidad que no era de la región. Además de que en ese momento, la entonces decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, Martha Lorena Salinas, advirtió de la inconveniencia de la negociación.
"Tal vez el contrato, paradójicamente, más transparente que ha hecho la Secretaría es este, porque se discutió mucho, y sobre todo porque nos preguntaban que por qué no lo hacíamos con universidades de aquí", dice el secretario de Educación, Humberto Díez Villa, sobre este contrato interadministrativo, en el que no se hace licitación, sino que procede por contratación directa.
Cabe aclarar, que según un abogado especializado en derecho administrativo que consultó este medio, con la figura interadministrativa no hay problema cuando se contrata directamente y más si las partes involucradas son públicas.
Díez señaló que en la época del convenio, el rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa, le escribió informándole que la Facultad de Educación no tenía la capacidad para atender los requerimientos que tenía el despacho. Además, agregó el funcionario, "a diferencia de lo que sucedió en Bogotá, se trabajó con la Universidad Autónoma Latinoamericana, y yo puse una condición muy importante, y era que necesitaba la voz de los maestros en ese proceso, entonces estuvo presente Adida, quienes fueron contratados por Alma Máter".
El Secretario dijo que aunque el proyecto tuvo dificultades al comienzo, los resultados fueron muy buenos, de lo que hay evidencia en varios artículos publicados en la página de la Secretaría de Educación, proceso recopilado en su momento por EL COLOMBIANO.
En cuanto al material con que fueron capacitados los docentes (y que ya medios nacionales han documentado en el caso de Bogotá) Díez Villa resaltó que "nosotros no hicimos un contrato de suministro de materiales, nosotros contratamos un proceso de formación de educadores, en el que se utilizaron varios materiales e incluso modos muy recientes, que no creo que tengan más de dos años, porque fueron evaluados por un comité de funcionarios de calidad de la Secretaría, rectores, docentes y una decana".
Sin embargo, en el contrato aparece que Alma Máter "dotará de: seis módulos del método LEA, cartilla guía para el docente y Juego por tres placas visualizadoras a los directivos docentes y docentes oficiales del Departamento para el desarrollo de los siguientes ejes temáticos...".
El secretario suma al tema, que hay textos pedagógicos que son imperecederos, pues hay autores que pese al tiempo se mantienen actuales.
Algunos expertos en derecho administrativo señalan que un convenio interadministrativo debería funcionar como una colaboración de varias partes para un fin común, y no como un negocio para que una entidad provea un bien a la contratadora, eso ya es una contraprestación.
Antecedentes
El proyecto que operó Alma Máter y que fue contratado en 2008 lleva por nombre Face (Factores Asociados a la Calidad de la Educación) y no es nuevo en el departamento.
José Fernando Montoya, quien fue secretario de Educación departamental en las administraciones de Guillermo Gaviria y de Aníbal Gaviria, recordó que en 2001, el proyecto Face fue ofrecido al departamento por Solórzano Editores.
En ese momento se consideró que hacer esa contratación no era pertinente porque era una propuesta cuyo material "ya en alguna medida era obsoleto, porque no daba cuenta de los cambios que estaba teniendo la educación en el país".
Además, se evidenció que no era posible realizar el contrato a través del convenio Andrés Bello, y había que sacarlo a licitación.
"La propuesta se rechazó, pero ellos por medio de diferentes personas nos seguían insistiendo en que hiciéramos negocio", dijo Montoya.
Ya en 2007, aparece la posibilidad de contratar Face, ya no a través del convenio Andrés Bello, sino por medio de la Red Alma Máter, lo que finalmente ocurrió.
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