Desde un taller de Bogotá, locación donde se graba parte de las escenas finales de Rosario Tijeras , María Fernanda Yepes, paisa como ella sola pero menos peligrosa que su personaje, nos regaló unos minutos.
Ya van siete meses desde que se metió en la piel de una mujer de ficción a la que califica de "mitológica".
Grabó en Medellín, donde se empapó del universo literario de Rosario Tijeras, y ya solo falta un mes para concluir las grabaciones de esta serie del Canal RCN, que anuncia su comienzo el próximo lunes 8 de febrero.
¿Cómo fue el proceso de creación del personaje, teniendo en cuenta que ya el público tiene el referente de la Rosario que encarnó Flora Martínez en la película?
"La historia de Rosario Tijeras yo la conocía desde hace mucho tiempo porque me leí el libro cuando tenía como 18 años, antes de que saliera la película. Siempre quedé fascinada con este personaje, que para mí es mitológico.
Y más que conocerlo, yo además viví la década de los 80, con la violencia tan dura del narcotráfico y el sicariato tan fuerte... De alguna manera yo me vi afectada también, porque era una adolescente y empezaba a salir a la calle. Para mí no era un personaje tan ajeno porque ya tenía referentes".
¿Entre la Rosario que leyó en el libro y la que le toca interpretar, qué diferencias encontró?
"Lo primero que te puedo decir es que esta serie es completamente diferente al libro y a la película, es otra cosa, otro formato. Es una historia contada en 60 capítulos y el televidente va a tener la oportunidad de conocer a la Rosario adolescente, lo cual no se ve en el libro y apenas se sugiere. Aquí vamos a ver cómo era el trato con su mamá, con su familia, cuando abusan de ella...
Para mí fue muy enriquecedor porque pude hacerle un pasado a ella, una niñez y una juventud que es lo que influye en ella para convertirse en el tipo de mujer que es".
¿Qué ha sido lo más difícil al interpretarla, algo que la haya conmovido profundamente?
"Todo, porque la historia es muy fuerte. Tocamos temas de una realidad social que vive nuestro país como es la violencia intrafamiliar, las niñas que crecen sin un padre y son solamente criadas por la mamá, el abuso infantil... Entonces, claro, me toca hacer muchas escenas donde yo, María Fernanda, me pongo muy triste. Por ejemplo, hay una escena al principio de la novela cuando el padrastro entra borracho a mi casa, mi mamá no está y yo estoy cuidando a mis dos hermanitos pequeños, y él trata de abusar de mí. Yo decía: 'Dios mío, pa' saber que esto es verdad, ¿en cuántos hogares no pasa una situación como ésta?".
Hay muchas críticas a tanta narconovela en la televisión. ¿Qué opina de eso?
"Yo pienso que de alguna manera eso es verdad y ya deberían sacar historias que cuenten otras cosas, pero también es verdad que todo esto es una realidad que no podemos tapar con un dedo. En Rosario Tijeras vamos a ver temas, donde más que escandalizar nos van a mover el corazón y decir 'juepucha, o sea, ¿qué es lo que está pasando en nuestra juventud?. Que sirva esto a los padres a ser más responsables en la paternidad porque eso le pasa a Rosario. Ella nunca conoció a su papá".
¿En su vida ha conocido mujeres que se acerquen a la figura de Rosario?
"Cuando yo iba a construir el personaje hablé con Jorge Franco (escritor de la novela) y le pregunté si Rosario realmente existió, pero no. Ella es una mujer ficticia que él creó como una mezcla de los tres prototipos de mujeres a las que les ha tocado vivir la violencia: la mujer relacionada con el sicariato, la involucrada en el narcotráfico y la prostituta. Ella plasma esas tres realidades y yo, la verdad, no he conocido a ninguna Rosario Tijeras. Cuando estuve en el barrio Manrique no encontré a una mujer así. Es un ser supremamente mitológico porque es una asesina, tiene ese lado masculino pero también es sensual".
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