La caída de "Carlos Pesebre" representa el desmoronamiento de un mito en el bajo mundo de Medellín, el caso de un hombre al que la Policía describe como "el terror de la comuna 13", pero a quien muchos vecinos confunden con un benefactor semejante a Robin Hood.
"Este es un mensaje a los cabecillas: estamos cada vez más unidos en torno al ataque de sus estructuras", declaró el alcalde Aníbal Gaviria, sonriente por lo que significa esta victoria contra la mafia.
Otra realidad viven algunos pobladores de El Pesebre, un humilde enclave en la frontera de las comunas 13 (San Javier) y 7 (Robledo). "Para mí es triste que lo hayan capturado, él siempre mantuvo este barrio muy sano, acá nunca dejó que robaran, ahora esto se va a dañar", contó un residente.
Su mito creció porque pasaron cerca de dos décadas de actividad delincuencial, antes de que la Fiscalía lograra emitir una orden de captura.
La diligencia se radicó el sábado anterior, por parte de la Unidad Nacional contra las Bandas Emergentes, por concierto para delinquir con fines de homicidio, tráfico de estupefacientes, desplazamiento forzado y extorsión.
Con ese aval se desató un feroz operativo en la madrugada de ayer. La Fuerza Pública puso toda la carne en el asador, y tal cual relató el director de la Policía, general José León, la tarea le fue asignada a un grupo especial que ya tenía en su palmarés los arrestos de capos tan importantes como Daniel "el Loco" Barrera y Ericson Vargas, alias "Sebastián".
Antes del amanecer un helicóptero trasladó a 30 uniformados hasta el municipio de Urrao. La información obtenida por Inteligencia, con el apoyo del recién creado Cuerpo Élite de Objetivos de Alto Valor, apuntaba a que Freyner Alfonso Ramírez García, el famoso "Carlos Pesebre", pernoctaba en el hotel Río Manso con nueve personas de su anillo de seguridad.
Los comandos allanaron la propiedad y constataron que la operación, bautizada Esparta II, dejó más ganancias de las pensadas, pues entre los presentes estaban los dos supuestos lugartenientes más cercanos al cabecilla: los desmovilizados del bloque Héroes de Granada, Javier Ventura Marín Álvarez, alias "Tatú", y Luis Aníbal García Gómez, "Maicol".
Con ellos cayó Andrés Felipe Álvarez, apodado "Andrew" o "Andrecito". Los otros seis, carentes de orden judicial, fueron reseñados y dejados en libertad.
Ramírez, indicó el general, tenía un aspecto diferente, por lo que investigan si se sometió a una cirugía plástica.
El prontuario de "para"
Un conocido de Ramírez García relató a El Colombiano que "Carlos Pesebre" al parecer se inició en el mundo delincuencial como miembro de las Milicias Urbanas de la guerrilla, en los años 90.
Después integró el bloque Héroes de Granada, bajo el mando de "Berna" y "Rogelio", y le fueron asignadas las comunas 7 y 13. "Él y sus muchachos supieron ganarse a la gente, repartían mercados, ayudas a los damnificados, regalos para los niños en Halloween, y mantenían a raya a ladrones, violadores y viciosos", recordó el allegado.
Ramírez no se desmovilizó en 2005, como sí lo hicieron sus compañeros. Se esforzó por mantener un bajo perfil, al punto que los procesos penales en su contra no progresaban y hasta repartía falsos rumores sobre su muerte.
"Es que él andaba tan fresco, que todos los diciembres iba a El Pesebre, donde se crió", contó el conocido.
Este diario tuvo acceso exclusivo a un informe judicial en el cual las autoridades consignaron seguimientos al personaje. Del documento se infiere que varios procesos punitivos fueron suspendidos.
"Se desplaza hacia Barranquilla y Cartagena, identificándose como Carlos Mauricio Buchorat Mejía. Estos desplazamientos los realiza para atender asuntos de narcotráfico", dice el informe.
Prosigue afirmando que tendría una estrecha relación con funcionarios corruptos e incluso llegó a tener un apartamento "al frente de la Cuarta Brigada, sitio en que se realizarían reuniones" con servidores públicos e informantes.
El 23/4/07 fue vinculado a la investigación por el homicidio de Judith Vergara, a quien presuntamente había amenazado. Dos sicarios la abalearon en un bus de Coonatra (investigación con radicado 3945 de la Fiscalía 37 de D.H.).
El crimen fue repudiado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los D.H., dado que ella presidía la JAC de El Pesebre, integraba la ONG Corpades y el partido político Polo Democrático.
De acuerdo con el prontuario, también lo investigaron por la muerte del presunto miembro de las Auc Andrés Restrepo Gómez (11/11/03), quien murió con Andrés Ríos Bustamante cuando su carro fue tiroteado en el barrio Fuente Clara. La investigación de la Fiscalía Seccional 188 de Vida fue suspendida en 2004 (radicado 757682).
Otro episodio es la muerte y tortura de los supuestos paramilitares Juan David Isaza Pérez y Juan Gaviria Gómez (07/10/03) en el barrio Blanquizal. El testigo estrella del caso era el reinsertado Gustavo Vera, alias "Gacha", quien declaró a la Fiscalía el 04/3/04 que fueron desmembrados por la gente de "Carlos Pesebre" y enterrados en una casa aledaña a la quebrada La Iguaná, pues al parecer eran informantes del Gaula.
Siete días después de esa declaración, mataron a "Gacha". La indagación de la Fiscalía 20 Especializada fue precluida y archivada en 2006 (radicado 792059).
Después de comandar una estructura paramilitar en el occidente de Medellín, Ramírez habría ingresado a la organización mafiosa "la Oficina", también siguiendo órdenes de "Rogelio" y "don Berna", ambos ya extraditados a E.U.
En ese paso también adquirió el alias de "don Pedro" y quedó al frente de unos 200 combatientes.
Divisiones en "la Oficina"
En los últimos hechos atribuibles a la banda, se investiga un doble homicidio perpetrado el pasado 11 de marzo en el barrio Aures que, según las autoridades, generó el desplazamiento de 19 personas. Esta situación habría acelerado la persecución a los combos asociados a Ramírez y la consecuente orden de captura.
Según la Policía Metropolitana, "Carlos Pesebre" es cabecilla de la "Odín Robledo" (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico), una confederación que agrupa a las bandas que delinquen en las comunas 7, 11, 12 y 13, y la parte baja del corregimiento San Cristóbal.
Dicha estructura estaría asociada a "la Oficina" y ha sido reseñada en procesos penales contra otros jefes, como Franklin Vargas, alias "Frank", condenado el año pasado a 16 años de cárcel.
En una de las audiencias, la Fiscalía 27 de la Unidad contra las Bandas Emergentes expuso un correo electrónico de un informante, exintegrante del cartel de Medellín, que decía: "El combo de Robledo es manejado por Freyner Ramírez García, es conocido por todos como ‘Carlos Pesebre’, es un man muy malo, que le gusta descuartizar al enemigo. Se reúne con ‘Frank’ para rendir cuentas del cobro de vacunas al transporte y al comercio".
El ente acusador también presentó otro informe allegado por una fuente no formal (Formato FPJ-26 del 20/10/11), que afirmaba: "Freyner Ramírez García, alias ‘Carlos Pesebre’, está encargado de manejar los combos de ‘La Torre’, ‘Belencito’, ‘La Divisa’, ‘Juan XXIII’, ‘La Pradera’, ‘Zafra’, ‘Plan del Ché’, ‘Las Independencias’, ‘Los Picúas’ en Nuevos Conquistadores, ‘La Sexta’ de Betania, ‘Antonio Nariño’, ‘La Loma’, ‘Peñitas’, ‘Olaya’, ‘Villa Flora’ de Robledo, ‘La Campiña’, ‘La Iguaná’, ‘El Pesebre’, ‘La Aurora’, ‘El Llano’ en San Cristóbal. Vacuna las empresas de buses Conducciones América, Trasmaya, Cootrabel y Palenque Robledal".
Además de "Tatú" y "Maicol", otros hombres de confianza son "Camilo", "David" y "Toño", de quien se dice que podría asumir el mando temporal, pues tiene influencia en San Cristóbal (La Loma, La Aurora y Pajarito) y Moravia.
El general Riaño informó que en septiembre de 2012 hubo una división en "la Oficina". El asunto llegó a ser tan delicado, que el cabecilla capturado "Sebastián" ofreció plata por la cabeza de "Pesebre".
Fuentes judiciales aseguran que la cúpula de la organización estaría integrada por siete clanes, al mando de su respectivo jefe: "Tom", "Fredy Colas", "Barny", "Pichi", "don Pepe", "Mateo" y "Carlos Pesebre".
Este último estaría en desacuerdo con los otros, pues es proclive a negociar el control del bajo mundo con la banda narcoparamilitar "los Urabeños", mientras que sus pares prefieren hacerles la guerra.
Según información militar, Ramírez se habría desplazado a Urrao para reunirse con delegados de aquella agrupación, mas la cita no se cumplió por la sorpresiva llegada de los comandos policiales.
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