La presión del Ejercito tenía diezmado y arrinconado al frente Resistencia Cimarrón del Eln en el sur de Chocó. Las provisiones escaseaban y los guerrilleros aguantaban hambre porque hasta prender fogones para cocinar era delatar su posición.
También pasaban varios días escondidos en la selva para huir de las tropas. Apenas sobrevivían. Las noticias que recibían los subversivos de los demás frentes eran sobre muchas "bajas", deserciones y hasta la desaparición de compañías y escuadras. De los máximos comandantes del Eln no sabían nada hace dos años.
Hace seis meses, con la moral golpeada, la Armada Nacional hizo su parte en la estrategia diseñada para lograr la desmovilización del frente Resistencia Cimarrón, que culminó ayer con la entrega de 17 guerrilleros en Taridó a las tropas del batallón de Ingenieros Julio Londoño Londoño de la XV Brigada.
Los agentes de inteligencia de la Armada contactaron a los familiares de los comandantes guerrilleros para que convencieran a sus parientes de que era el momento propicio para abandonar la lucha armada y rehacer sus vidas. La estrategia funcionó.
Así lo reconoció ayer alias "Fernando", el máximo jefe del frente, tras entregar su fusil a los altos mandos de la XV Brigada. "Yo venía cansado de la guerra, porque llevaba 18 años en el Eln y en vez de mejorar estábamos era retrocediendo y nosotros casi abandonados. Mi papá habló conmigo y me dijo que era la hora, que no me había visto en mucho tiempo y no se quería morir sin verme".
El jefe subversivo, de 33 años de edad y 18 en las filas guerrilleras relató además que tomaron la decisión de desertar no solo por la ofensiva militar, sino aburridos por el "abandono" por parte de los máximos comandantes del grupo guerrillero.
"Hace dos años que no sabemos nada del Comando Central y la moral se afectó también al ver que desaparecían compañías y frentes que fueron fuertes como el Carlos Alirio Buitrago", dijo alias "Fernando", quien agregó que sabe de la intención de desmovilizarse de otras estructuras en Chocó.
El general Ricardo Melo Quijano, comandante de la XV Brigada, indicó que "con esta deserción masiva se debilita aún más el Frente Occidental del Eln que delinque en Chocó".
Según el oficial, el frente Resistencia Cimarrón tenía unos 45 guerrilleros antes de esta desmovilización. "Sabemos que tras esta deserción los demás guerrilleros quieren entregarse. Esperamos que también esto tenga un efecto en el frente Ernesto Che Guevara".
El frente desmovilizado se le sindica de numerosas accioens delictivas en la zona como secuestros, extorsiones y desplazamientos forzados.
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