Apesar de que nada está definido en la campaña por la Presidencia de la República, sí ha quedado claro que los colombianos quieren reelegir las políticas de Álvaro Uribe: seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social. Así lo revela la Gran Encuesta de los Medios sobre la intención de voto en las próximas elecciones, divulgada el pasado miércoles en la noche, y realizada por Gallup Colombia para El Colombiano, La República y otros diez periódicos; Caracol Televisión y Caracol Radio.
El trabajo de campo se hizo los días sábado, domingo y lunes. Es bueno recordar que el viernes se había conocido el resultado de la Consulta Conservadora. La encuesta tiene el valor agregado de ser la de mayor cubrimiento geográfico, con 1.200 entrevistas en 51 municipios de casi todas las regiones del país, con excepción de parte de los antiguos territorios nacionales, incluido el archipiélago de San Andrés. Abarcó el 97% del Censo Electoral.
Lo más significativo de esta encuesta de preferencia para la primera vuelta presidencial del 30 de mayo, es el éxito rotundo de los aspirantes que dicen acoger los principios fundamentales del uribismo, Juan Manuel Santos y Noemí Sanín. Las cifras así lo confirman: Santos con el 34,2 por ciento, y Sanín con el 23,3. Les sigue Antanas Mockus con el 10,4 por ciento. Los demás: Gustavo Petro, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo y Rafael Pardo tuvieron un empate técnico entre el 6,3 por ciento y el 5,1 por ciento. Hay que destacar dos cosas dentro de los votos que podrían considerarse netamente de opinión: el triunfo relativo de Mockus, no inscrito en el uribismo, y la caída de Sergio Fajardo, proporcional con el ascenso del candidato del Partido Verde.
Es indiscutible que, con once puntos a su favor, en la primera vuelta Santos iría punteando, y Sanín iría de segunda. Pero la campaña apenas comienza, es una contienda de muy corto tiempo, de características atípicas, en la que todo puede pasar. Los hechos políticos que se generen de ahora en adelante influirán notoriamente en el resultado final.
Según esta encuesta, sería difícil que la Presidencia se definiese en la primera vuelta. ¿Será así? No olvidemos que, como ya lo dijimos, todo puede pasar. Hay que tener presente que durante los tres días en que se interpeló a 1.200 ciudadanos, Noemí estaba en un alto grado de exposición mediática porque acababan de dar el resultado de la reñida Consulta Conservadora entre ella y Andrés Felipe Arias. Además, esta exposición mediática continuará durante otra semana por su proclamación como candidata presidencial conservadora, la escogencia de su fórmula vicepresidencial y la respectiva inscripción.
La disciplina partidista no se dará al ciento por ciento, como no se dio el 14 de marzo, día de elecciones legislativas y de las consultas. En la segunda vuelta -si la hubiere- entraría con más fuerza el voto de opinión, en vista de las pocas lealtades con los Partidos. En el Liberal, varios de sus militantes parecen no perdonar los desvaríos de algunos de sus dirigentes que lo han querido llevar por el camino de la izquierda, olvidando su verdadera naturaleza. En el Conservador hay una fisura evidente liderada por el ex presidente Andrés Pastrana, cuando decidió jugársela con Noemí.
Es obvio que el electorado, incluido el votante joven, le apuesta a la continuidad de las estrategias gubernamentales del Presidente Álvaro Uribe. No está buscando candidatos de oposición o que quieran cambiar el rumbo. No hay duda de que si la Corte Constitucional hubiese declarado exequible el referendo, el pueblo habría podido expresar su voluntad, y el actual Mandatario sería el candidato con mayores opciones. Pero ya que los electores no pueden votar por él, el pueblo mismo, en su sabiduría, quiere reelegir el legado de Álvaro Uribe.
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