Que el tamaño no confunda. Vladimir Marín, el más pequeño de la Selección, está dispuesto a dejar el pellejo en la cancha. "Es que el Mundial se nos puede escapar".
Vladimir, el 'frasquito' del equipo de Eduardo Lara, con sus 1.63 metros (el más pequeño pues no fue convocado Darwin Quintero), tiene claro que no hay mañana después del sábado. Puede que sea un domingo, pero sin un triunfo, será el peor día de su carrera.
"Ahora, lo importante es que se gane, con cualquier resultado, con cualquier tipo de juego. Hay que tener la pelota, ser muy aguerridos en los balones divididos, ser unos obreros en la cancha, pero cuando la tenemos debemos ser finos", dijo Vladimir, de 29 años, y quien ya tiene seis partidos con la Selección de mayores.
Marín entraría en un esquema en el que se resguarden las puntas en el mediocampo, seguramente con su presencia por izquierda, y con Fabián Vargas como retén por derecha.
Más allá de una actitud de guerra, los muchachos de Lara tienen en la cabeza la idea de no colgarse el letrero de "eliminados", y seguir con la ilusión de Sudáfrica. Por eso, el partido lo imaginan de cuchillo entre los dientes y músculos apretados.
"Si hay que meter más y dejar aparte un poco el fútbol, pues se va a hacer. Esto es una final, acá se va a ver la garra y el ímpetu de cada jugador. Todos tenemos que estar metidos en el cuento", explicó el volante (ya no más lateral) antioqueño, quien jugó ante Perú en la cancha del Atanasio Girardot, y quien es de los opcionados para ser titular por izquierda, tratando de hacer pareja con Giovanni Hernández a la hora de atacar.
Para los jugadores de la Selección, la idea de un mañana sin un triunfo ante los ecuatorianos no es posible. El solo pensar en una tercera eliminación consecutiva, es mucho para ellos.
"Independiente de que se pueda meter, correr, meter una que otra patada, hay que tratar también de jugar al fútbol, así es más fácil ganar. La idea nos carcome la cabeza todos los días, en las noches nos acostarnos diciéndonos que tenemos la fe y el juego para sacar esto adelante. Estamos en nuestra cancha, hay jugadores en buen momento. Las cosas están dadas", explica Marín, quien acaba de firmar con el Toluca de México, club con el que ya marcó dos goles, uno en la Conca-Champions y otro en el torneo local.
La necesidad de fútbol ofensivo en casa tiene a Vladimir Marín como una de las fichas, casi fija, en el andamiaje de los once de Eduardo Lara. Y claro, además de atacar también puede raspar (jugar con todo, con fuerza, sin ser desleal con el rival) porque en Medellín se juegan el Mundial.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4