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Sicarios mataron los sueños de un futuro abogado

30 de octubre de 2009
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El futuro abogado, Jorge Enrique Mejía Toro, nunca cumplió, la tarde el jueves, la cita odontológica a la que, por pereza, le estaba sacando el cuerpo.

Dos balazos impidieron que llegara al consultorio, pero los sicarios también le mataron su sueño de ser un penalista, como pensaba serlo, después de obtener su título, en diciembre próximo, como profesional de Derecho en la Universidad de Antioquia.

Uno de sus tíos dijo que Jorge, de 25 años de edad, no quería ir a la cita y a última hora tomó la decisión de cumplirla. Salió de su casa en el corregimiento Belén Altavista y cogió un bus del que fue su primer pasajero.

A tres cuadras, en la carrera 84F con la calle 19A, sicarios abordaron el vehículo y le dispararon al busero, John Fredy Vélez Bermúdez, de 29 años, quien murió en el acto.

Para evitar ser reconocidos por un testigo, también atacaron al pasajero, Jorge Enrique, y le propinaron dos tiros en la cabeza, que le segaron la vida en el quirófano de la Clínica Las Américas.

Mejía Toro era oriundo de Supía, Caldas, y llevaba varios años en Medellín. "Quería especializarse en Derecho Penal, pero lo que más destacamos era la forma cómo le encantaba ayudar a los pobres y así lo manifestó trabajando para el consultorio de la Universidad. Mataron a un buen muchacho, único hijo que quería sacar adelante a sus padres", concluyó el tío.

Por su parte, otra familia del barrio Aliadas se lamentaba por la pérdida de su carro, un Renault 12, que lo tenían desde hace 12 años, pero le agradecieron a Dios que a su conductor, Carlos, que salía con su esposa para ir a mercar, lo llamó un amigo a hacerle una pregunta y en ese momento el bus que fue atacado lo arrolló y lo dejó en chatarra. "Le habíamos acabado de meter 250 mil pesos, pero, por fortuna, no nos pasó nada", dijo la esposa del dueño del R-12.

En otro hecho, ayer fue asesinado por un pasajero el busero Alberto Valencia, de 43 años, en carrera 81B con calle 50, en Calasanz. Tres de los ocupantes del bus sufrieron contusiones al lanzarse del carro por pánico.

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