En medio del misterio aún por las causas de uno de los siniestros aéreos más significativos de la historia, ayer se cumplió el primer aniversario del accidente del vuelo de Air France que cubría la ruta entre Río y París y en el que fallecieron 228 personas.
"Cueste lo que cueste hay que buscar la verdad", afirmó el secretario de Estado de Transportes francés, Bominique Bussereau, en la ceremonia de homenaje a las víctimas del trágico accidente aéreo que sucedió el 1 de Junio de 2009.
Las tres fases de búsqueda realizadas hasta ahora por la entidad encargada de este caso, la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), no han dado resultado, pero declaró: "Puedo garantizarles que no abandonaremos".
La BEA va a mantener sus investigaciones destinadas a recuperar los "elementos claves" para comprender las razones del drama, que son los restos del aparato siniestrado y las cajas negras.
Además del secretario de Estado y de representantes de la BEA y de la aerolínea Air France, asistieron a la ceremonia, en el Parque Floral de París, numerosos familiares y allegados de los fallecidos, procedentes de Francia, Alemania y Brasil.
El siniestro se dio cuando un avión A330 de Air France, que había despegado de Río de Janeiro con rumbo a París, se precipitó al Océano cerca del archipiélago brasileño Fernando de Noronha, a 1.296 kilómetros de la localidad brasileña de Recife.
Todos sus ocupantes, de 32 nacionalidades distintas, fallecieron.
Diversas ceremonias se realizaron en París, mientras una multitud se reunió desde el pasado lunes en Río de Janeiro para rendir homenaje póstumo a todos los tripulantes de la aeronave.
Los familiares de las víctimas han dicho que no descansarán hasta tener una explicación razonable sobre qué ocasionó el accidente en donde murieron sus seres queridos.
Después de 12 meses de duelo y de tres campañas infructuosas en las aguas del Atlántico sur en busca de las cajas negras, el misterio que rodea las causas exactas de la catástrofe sigue intacto. Hasta el momento, sólo se ha encontrado el 3 ó 4 por ciento de las partes del avión.
Otro factor que aún falta por resolver, un año después de la tragedia, es el pago de todas las indemnizaciones a los familiares de las víctimas, que podrían alcanzar sumas multimillonarias.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no